Si no te convences aún de llevar una dieta vegetariana hay otras elecciones que puedes tomar por los animales.
Para mí no fue difícil eliminar la carne del menú. No la extraño, no la necesito, ni la volvería a probar. Creo que lo más difícil de todo, era enfrentarme a los comentarios y explicar cada vez por qué prefería no comer carne, o llegar de invitada a una casa y que todos se complicaran porque no sabían qué darme de comer. Pero también entiendo que no todos están dispuestos a seguir una dieta vegetariana, y que eso no necesariamente significa que no aman a los animales. Así que para todos aquellos que no están dispuestos a dejar de comer carne, sí hay algo que pueden hacer para minimizar su impacto. Y todo se reduce a una simple elección.
httpv://youtu.be/JXIW9U6X6HI
Hay una tendencia que con los años ha ganado más atención, aunque todavía permanece muy poco explorada en algunos países y es la producción de carne sostenible que sigue prácticas de bienestar animal. Hoy en día las granjas ganaderas y de engorde mantienen a los animales en terribles condiciones no sólo de higiene sino que también de hacinamiento, los animales muchas veces son maltratados, se enferman y están bajo mucho estrés. Pero eso no tiene por qué ser así.
Las prácticas de bienestar incluyen la prevención y el tratamiento de enfermedades o posibles lesiones, velan por la calidad de vida de los animales, buscan asegurar un trato digno sin golpes, ni gritos, ni hacinamiento o estrés, aseguran una buena nutrición, un cuidado responsable y una eutanasia humanitaria cuando llega el momento. Puedes hacer un gran cambio si decides optar por este tipo de carnes de animales que vivieron en mucho mejores condiciones antes de llegar a tu plato y también puedes animarte a comer menos carne y dejar por lo menos un día a la semana libre de productos de carne animal por ejemplo. Lo importante es que tengas la voluntad de hacer un cambio por el bien de los animales y enviar un mensaje: todos tienen derecho a un trato digno.