Si crees que la perfecta forma esférica de estas rocas es extraña espera a conocer cómo se formaron

En la tierra al fin del mundo se esconden estos misteriosos peñascos que pueden llegar a pesar más de 6 mil kg. 

Por muy extraño que parezca, en Nueva Zelanda un conjunto de rocas se ha convertido en una importante atracción turística. Pero estas no son cualquier tipo de rocas, de hecho son el resultado de un fenómeno bastante extraño y que ha intrigado a muchos por cientos de años. A 40 km al sur de Oamaru, en Moeraki, unas curiosas formaciones perfectamente redondas están esparcidas por la playa. Son conocidas como los “peñascos de Moeraki” y fueron formados hace más de 60 millones de años.

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Estas rocas esféricas fueron creadas por sedimentos que se unieron gracias a un mineral que actuó de cemento. Este mineral fue la calcita, que probablemente se formó en el lugar cuando el cuerpo de algún animal marino comenzó a descomponerse y pudrirse, y luego se endureció alrededor del sedimento creciendo a medida que el sedimento aumentaba hasta formar estas gigantescas perlas. Su forma perfectamente ovalada se debe a que crecieron en la misma proporción hacia todas las direcciones y el efecto de la erosión.

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Las esferas más grandes pesan hasta 6.350 kg y miden 2 metros de largo. Están dentro de las concreciones más grandes del mundo y tardaron alrededor de 4 millones de años en formarse. Pero estas rocas esféricas no siempre estuvieron a plena vista instaladas en la playa. De hecho crecieron en los acantilados de arenisca sobre el mar y sólo hace unos años estas esferas cayeron y rodaron hasta la playa debido a la erosión del viento y el mar que fueron excavando las paredes.

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Los peñascos se han convertido en una popular atracción turística en Nueva Zelanda y hace algunos años, cuando los visitantes comenzaron a tallar sus nombres en ellas y los coleccionistas de rocas empezaron a utilizar explosivos, las rocas fueron declaradas como reserva natural para protegerlas.

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