¿Recuerdas esas cosa que hicieron los humanos por miles de años para alimentarse, antes de que se nos ocurrieran todo tipo de métodos modernos? Quizás sería bueno volver a hacer esas anticuadas cosas. La ONU (Organización de las Naciones Unidas) formó recientemente la Plataforma Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), una agrupación de 115 países que intentan bajar las tasas de especies en extinción, que aumentan vertiginosamente.
Durante las reuniones en Turquía a fines de 2013, la agrupación discutió una estrategia que se piensa podría ayudar a proteger la biodiversidad: un regreso a los sistemas indígenas de agricultura y de manejo de la tierra. Un ejemplo de una técnica tradicional de agricultura que el grupo espera resucitar es la arcaica práctica china de criar peces en arrozales. El hacer esto ayuda a manejar las pestes de insectos sin necesidad del uso de pesticidas, fertiliza los cultivos de forma natural, alimenta a las aves y a otros miembros de la fauna, además produce un suministro de carne sustentable para las familias agricultoras.
Otros ejemplos mencionados por la agrupación incluyen restricciones a la pesca impuestas por comunidades de las islas del Pacífico y rotaciones de cultivos tradicionales usadas en todas partes desde Tanzania hasta Tailandia. “El conocimiento indígena y local (…) ha jugado un papel central en detener la pérdida de biodiversidad”, señaló a Reuters el presidente de la agrupación, Zakri Abdul Hamid. Las técnicas tradicionales de agricultura también pueden ayudar a reducir la emisión de gases de invernadero. Es por esto que los oficiales de la IPBES tienen la esperanza de que sus esfuerzos por resucitar dichas técnicas sean iniciadas con la ayuda de fondos que provengan de la venta de créditos de carbono.