Por Romina Bevilacqua
25 febrero, 2015

¡Sorpresa! Aún hay esperanza en el mundo para el medio ambiente. 

Es parte de la sabiduría convencional el que la mayoría de las personas cambian su comportamiento si eso les ahorra dinero. Este tipo de conciencia en cuanto a los precios hace que los consumidores occidentales sean difíciles de convencer al intentar vender algunos bienes con un precio un tanto mayor debido a que son beneficiosos para el medioambiente, como vehículos eléctricos o ropa hecha con materiales ecológicos.

Cuando investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles, les pidieron a los participantes al comienzo de su estudio de uso de energía, qué información probablemente lograría que redujeran su consumo de electricidad estos respondieron lo usual, pero sus acciones fueron algo inesperadas. Los participantes dijeron que mensajes que les informaran cuánto estaban ahorrando serían efectivos, mientras que aquellos que les señalaran cuántos árboles serían necesarios para absorber todo el dióxido de carbono que su demanda de energía creaba, serían menos persuasivos.

Sin embargo, luego se comprobó prácticamente lo contrario cuando los investigadores realizaron un interesante experimento. Resultó que a aquellos a quienes sólo se les recordó que el usar menos electricidad reduciría su cuenta, no apagaron las luces ni bajaron el termostato, según el estudio que fue publicado esta semana en la revista PNAS. En cambio aquellos participantes a quienes se les dijo que el ahorrar energía disminuiría la polución tóxica del aire redujeron su uso de electricidad en un promedio de un 8%. Las casas en las que había niños estuvieron incluso más motivadas, reduciendo su uso en un 19%.

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“Estamos descubriendo que tienes que entregar una mezcla de bien público con bien privado”, dijo la economista ambiental Magali Delmas, la investigadora principal del estudio, en un comunicado. “Nuestro mensaje sobre salud y el medioambiente les recuerda a las personas que el ambientalismo también se trata de ellos y sus hijos”.

Eso sugiere que muchos norteamericanos usarían menos electricidad si estuviesen informados no sólo de los beneficios económicos que esto causaría, sino que también de los beneficios ambientales. Una mejoría de la eficiencia en el uso de energía, tan solo en los hogares, reduciría las emisiones de gases invernadero en Estados Unidos en un 7%.

Delmas y sus colegas argumentan que el mensaje de salud ambiental fue motivacional porque mostró un bien dual al reducir el uso de electricidad: se disminuiría la polución del aire y también los riesgos de enfermedades asociadas con esos contaminantes. Para descubrir cómo se traduciría la información financiera versus la ambiental en el fomento de un uso menor de electricidad, crearon una atmósfera competitiva entre las casas participantes, similar a las técnicas de ludificación que algunas empresas de energía han usado en las fichas de sus clientes en los últimos años. Después de seis meses de establecer un uso base de electricidad, los participantes recibían recordatorios semanales durante cuatro meses, mostrando su uso de electricidad comparado con el de su vecino más eficiente en materia de energía.

A un grupo de participantes también se les dijo cuántos kilos más de contaminación eran culpa suya y se les recordó sobre los vínculos entre la contaminación del aire y ciertas enfermedades, mientras que el resto aprendía cuánto más estaban gastando en cuentas de electricidad en comparación a ese vecino.

Para ayudar a hacer el uso de electricidad más tangible para los participantes, los investigadores también crearon un portal en línea llamado “Engage” (“Comprométete”) que entregaba más información sobre el uso de electricidad en el hogar –como por ejemplo cuáles electrodomésticos usaban más energía o cómo aumentaba o decaía la demanda de energía durante el curso de un día– y comparaba los cambios en los hábitos de consumo de energía con el paso del tiempo.

Para la participante Paulina Morales estos mensajes la motivaban a actuar: “El mensaje te recuerda que estás haciéndole daño a las personas y el planeta”, dijo. “Me hizo ser más consciente de la energía que estaba usando”.

Visto en: Take Part

 

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