Por Romina Bevilacqua
7 noviembre, 2014

**Este artículo fue escrito por Edgar Gutiérrez, ministro de Medio Ambiente y Energía de Costa Rica, en el sitio Responding to Climate Change desarrollado con el apoyo del Programa de Desarrollo de la ONU y el Foro de Vulnerabilidad Climática.

Mientras el bloqueo de emisiones es generalmente considerado como un costo alto que retrasa el crecimiento, nuestra experiencia (en Costa Rica) nos ha enseñado que manejar los problemas del cambio climático beneficia la economía. También estamos seguros de que la unión internacional por el cambio climático funciona y hacer más esfuerzos podría hacer que se logre mucho más que esto.

Llegando a conclusiones parecidas, el reporte realizado por la Comisión Internacional Sobre la Economía y el Clima dirigida por el ex presidente de México, Felipe Calderón, presentó evidencias justas de por qué buscar el logro de los objetivos sobre el cambio climático ayuda a lograr los económicos. Pero ¿Tratar los problemas del cambio climático, cómo puede exactamente manejar el crecimiento de un país?

Principalmente, para Costa Rica, esta región es altamente vulnerable al cambio climático. En abril, tuvimos una reunión del Foro de Vulnerabilidad Climática donde expertos del gobierno de Centroamérica y El Caribe compartieron sus experiencias en el manejo de estas vulnerabilidades. Supimos por colegas en Panamá, que su archipiélago de San Blas ya ha presenciado el sumergimiento de las islas debido a la subida del nivel del mar y enfrenta la posibilidad de que hayan más perdidas. Los delegados también visitaron Cahuita, en la costa Caribe de Costa Rica, donde la infraestructura que estaba hace pocos años sobre la superficie de la Tierra está ahora en el mar.

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No es solamente el mar está creciendo, también el calor. Estamos lidiando con el calor, investigaciones han demostrado que estar propensos a condiciones de sequía puede acabar con la productividad y la salud de quienes trabajan al exterior y también con la producción marítima y de la agricultura, potencialmente a grandes escalas. Todo el istmo de Centroamérica está expuesto a que se incrementen las grandes tormentas en dos costados, el Caribe y el Pacífico, con todos los daños que esto trae.

No responder a estas inquietudes quiere decir que renunciamos a una parte de la difícil prosperidad que hemos logrado, entonces nuestras inversiones para la adaptación y el manejo de riesgos están ayudando a mantener los costos bajos. Esto ha sido subrayado en varias ocasiones incluyendo a Costa Rica y países vulnerables al cambio climático en conjunto con las reuniones internacionales más importantes, incluidas en la Conferencia Sobre el Desarrollo de Pequeñas Islas de la ONU en Samoa a principios de este mes.

Costa Rica también obtiene beneficios de reducir el efecto invernadero mientras nosotros trabajamos en la meta nacional de neutralidad de emisiones de carbono para el 2021. Ya que más del 90% de nuestra electricidad es generada por recursos de energía renovables esto puede ser un tarea fácil. Pero por otro lado, casi la mitad de toda nuestra producción de energía está basada en combustible fósil, particularmente porque el sector de transporte depende exclusivamente del petróleo, como en la mayoría de los países.

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Como nosotros no producimos petróleo, lo importamos todo del exterior. En 2012, esto era aproximadamente 2.5 millones de toneladas de productos de petróleo que representan más de 1.5 billones de dólares y más o menos 70% de nuestro déficit de comercio en ese año, o más de 3% de nuestro PIB. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía no estamos solos: la red combustible fósil de la Unión Europea importó aproximadamente 1 billón de toneladas de petróleo en 2012, mientras que EE.UU, China e India, quienes también compran grandes cantidades de combustible fósil del exterior, experimentan presiones similares en sus cuentas.

Podríamos satisfacer algunas de nuestras necesidades de combustible fósil si explotáramos nuestras reservas nacionales, pero en julio nuestro presidente, Luis Guillermo Solís, junto con el Ministerio de Medio Ambiente y Energía, extendieron una ley que prohíbe la explotación y extracción de petróleo por una década más. No vemos beneficio en arriesgarnos a desastres ambientales asociados con la explotación de estos recursos cuando nuestros parques nacionales nombrados patrimonio de la humanidad por la UNESCO y el turismo están en su mejor momento. Ni tampoco aspiramos a tener los tipos de polución que la Organización de Salud Mundial caracterizó como el riesgo de salud ambiental más grande; responsable de 1 de 8 muertes en el mundo, y sin duda enormes costos. Estas y otras preocupaciones apoyan la poca dirección hacia el carbón que hemos destinado en nuestro desarrollo económico.

Con esto, Costa Rica ha logrado un crecimiento masivo en energía renovable, la cual se ha doblado a más de la mitad del suministro nacional en la última década. La cooperación internacional ha ayudado mucho: 16 proyectos del Mecanismo de Desarrollo de Limpieza de la ONU ha tenido influencia con aproximadamente $350 millones de dólares invertidos en proyectos relacionados con los desechos, hidroeléctricas y energía eólica, entre otros. Recientemente firmamos un acuerdo bilateral con Japón que ha hecho posible un proyecto geotérmico de $550 millones de dólares para acercarnos a nuestro Parque Nacional del Volcán Rincón de la Vieja. Pronto podríamos estar exportando energía renovable.

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Quizás nuestro logro más grande es una ley de 1997 que permite a los dueños de lotes en los bosques para que les paguen por los sumideros de carbón y las facilidades que tienen en su ecosistema: recolección segura de agua para hidroeléctricas e industria, biodiversidad y servicios de polinización para la agricultura, y belleza escénica para el sector del turismo. Este programa es responsable de la mayor parte de la recuperación de un estado de casi el 80% de deforestación en los 80s. Hoy la otra mitad de Costa Rica es bosque de nuevo. Con ayuda del esquema de REDD+ de la ONU, esto se seguirá expandiendo.

¿Entonces a donde hemos llegado? Costa Rica fue la segunda economía con más rápido crecimiento en América Central en la última década. También logramos ganancias significantes en el desarrollo de la humanidad y ayudar el Índice de Felicidad Mundial. Mientras no son solo los factores en juego, también creemos que nuestras políticas para el cambio climático nos benefician y lo hará para otros. También estamos convencidos de que Costa Rica no es un caso particular. La Cumbre del Clima de 2014 hizo énfasis en el potencial global de esfuerzos como los nuestros a mayor escala.

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