Nadie pensó que Harper podría llegar tan lejos. Sus primeros pasos te conmoverán.
Debido a un extraño síndrome que le impedía caminar, los dueños de esta pitbull recién nacida decidieron separarla de sus hermanos, ponerla dentro de una bolsa de basura y desecharla, justo en el momento en que intentaban vender al resto de la camada. Prácticamente fue condenada a muerte desde el mismo segundo en que llegó a este mundo, pero una mujer que vio la bolsa moverse y hacer ruido, supuso de qué se trataba, y decidida a hacer algo al respecto, la tomó y se la llevó al servicio de animales del condado, que luego la derivaría a “Dolly’s Foundation“.
En ese lugar, que se dedica específicamente al rescate de pitbulls, descubrieron que la pequeña tenía una anomalía en el cerebro, un soplo en el corazón, y probablemente como consecuencia de eso, el síndrome del cachorro nadador, lo que le impedía sostenerse de pie o levantar la cabeza. Los veterinarios dijeron que no sobreviviría y cuando estaban pensando seriamente en sacrificarla para que no sufriera, una nueva idea se les vino a la cabeza.
Fuente
Erica Daniel, quien dirige la fundación, decidió llevarla a rehabilitación y es ahí donde comenzó a ocurrir la magia. Tras un par de horas de masaje en sus patitas y cadera, la perrita comenzó a responder, por lo que decidieron llamarla Harper y continuar el tratamiento, agregando además hidroterapia.
Han pasado unas cuantas semanas desde que la encontraron, y la verdad, el progreso que tuvo parece ser realmente milagroso. No te pierdas ni un detalle de su maravillosa historia en el video a continuación: