Cada paso de Brutus es un logro para la ciencia y esas personas con gran corazón que ayudan a los animales.
La historia comienza de manera trágica… Cuando era cachorro, Brutus un rottweiler fue víctima de la negligencia. Lo dejaron al aire libre a temperaturas bajísimas por un tiempo tan prolongado como para que sus cuatro patas se congelaran. Para peor, sus dueños intentaron amputarle las patas ellos mismos, estropeando el proceso y dejando a Brutus casi imposibilitado de caminar.
“Si él no tuviese sus prótesis, estaría prácticamente confinado a ser un dependiente” indicó Laura Aquilina, la nueva dueña del perro, al diario The Huffington Post. Incapaces de aceptar esta situación, Aquilina y Laura Ornelas, una rescatista de animales, iniciaron la página GoFundMe para reunir los U$11.900 necesarios para su cirugía. Sus esfuerzos generaron la suma de U$ 12.612 y Brutus recibió el procedimiento quirúrgico que tanto necesitaba.
“El doctor Gall quitó fragmentos de huesos de las maltrechas patas de Brutus, sus espolones (aquellas últimas garras en los perros que no alcanzan a tocar el suelo) y dos dedos de su pata trasera para prepararlo para las prótesis” explicó Aquilina. Y así, Orthopets, la clínica veterinaria especialista en ortopedia radicada en Denver, Colorado, proveyó a Brutus de cuatro fantásticas nuevas patas.
Hoy Brutus tiene 2 años y camina con renovadas ganas de vivir, gracias a los esfuerzos de esta dedicada dupla que logró recaudar los fondos para comprarle sus nuevas prótesis de patas. El camino de rehabilitación tomará seis meses, pero él está bien, y aún continúa yendo regularmente a terapia. “Trabajaremos con Brutus para que se acostumbre al uso de sus nuevas prótesis” dijo Sasha Foster, terapeuta en rehabilitación canina del Hospital de Enseñanza Veterinaria CSU. “Una vez que logre eso, le ayudaremos a realizar funciones más complicadas, como correr y jugar con otros perros”.
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Visto en IFL Science