Algunas veces, el dolor que provoca una pérdida sólo puede sanarse con la compañía de otros.
Tres pasaron meses en su vientre, creciendo e ilusionándola, para luego nacer prematuros y morir. No alcanzó prácticamente a conocerlos, a darse cuenta de que eran suyos, para volver a quedar sola en esa enorme casa, que ahora le parecía más fría y solitaria que nunca.
Mikey una gata parda de 8 meses de vida, que vive en Texas, Estados Unidos, es la protagonista de esta gran perdida. Su dueña, Hillary, muy preocupada al ver que su compañera peluda buscaba a sus bebés por todos los rincones y que sus pechos empezaban a llenarse de leche, es que decidió, tenía que encontrar una solución.
Kelli Nicole
Así, se contactó con la Organización de Rescate Animal Dori’s Darlings de Houston y lo que le ofrecieron, pareciera una obra mágica del destino. Días antes, al centro de rescate habían llegado 3 gatitos, aparentemente abandonados. Los pequeños, que aún mantenían el cordón umbilical y eran incapaces de abrir los ojos, necesitaban con urgencia de una madre. Lo más impactante, eran de pelaje pardo, muy similares a los que ella había perdido.
Hillary no lo pensó ni por un segundo y esa misma tarde los pequeños sustitutos, Teddy, Abby y Lily, estaban viajando hasta su nuevo hogar. Así, para cuando se encontraron, pareciera, todo volvió a tener sentido. Mikey comenzó a lamerlos, abrazarlos, y en tan sólo un par de horas, incluso los estaba amamantando.
Kelli Nicole
Una madre a la que le tocó sufrir el peor dolor que puede existir, pero que de todas formas, tuvo la suerte de palear con 3 maravillosos pequeños que a la larga sentirá como si fuesen los propios.
Ve las fotos a continuación para que entiendas más de este amor maternal: