Los caracoles son muy queridos por los fotógrafos y niños, probablemente por las hermosas casas que acarrean a sus espaldas. Desafortunadamente, por su tamaño, lentitud y capacidad de mimetizarse con el entorno, muchas veces terminan siendo víctimas de las suelas de nuestros zapatos. Es por lo mismo que algunas personas han optado por pintar sus caparazones y de esta forma tratar de ayudarlos para salvar sus vidas.
Un poco de color definitivamente los hará más visibles y puede que esta vez las personas noten su presencia y los esquiven. Aunque esta práctica, por muy artística que sea, también ha tenido diversas críticas ya que muchos no están convencidos de que pintar sus cáscaras sea algo completamente inofensivo para ellos. ¿Podría ser tóxico para ellos? ¿O podría ponerlos en peligro al exponerlos ante sus depredadores? Son algunas de las preguntas que las personas se hacen al ver esta intervención.
Aunque quienes pintan a los caracoles señalan que tienen la mejor de las intenciones y que utilizan pintura no tóxica y a base de agua, nos gustaría saber también ¿Qué piensas tú de esta iniciativa?