En el Centro Chengdu de Cría de Pandas Gigantes en China esperaban ansiosos el nacimiento de los cachorros de Ai Hin, una hembra panda de 6 años. Incluso habían anunciado que transmitirían en vivo el especial momento en el que la panda diera a luz. Pero para la sorpresa de todos, pocos días antes del anunciado nacimiento de las crías el centro de cría canceló la transmisión tras darse cuenta de que en realidad la panda no estaba preñada.
Pese a que Ai Hin había demostrado durante dos meses todos los síntomas que una panda preñada muestra, como apetito reducido, menor movilidad y un aumento de las hormonas de progesterona, ella en realidad sufría de un “embarazo fantasma”. Cuando el equipo del centro de cría en China descubrió esto, dijeron a los medios que ella había fingido su embarazo para obtener mayores beneficios y los cuidados especiales que por lo general obtienen las hembras que están preñadas y que incluyen una estadía en una habitación individual con aire acondicionado, atención durante las 24 horas y una ración adicional de bambú y frutas.
“Algunas ingeniosas pandas han recurrido a esto para aprovecharse de las mejoras en su calidad de vida”, señaló Wu Kongju, un experto en el Centro Chengdu de Cría de Pandas Gigantes.
Sin embargo Zhang Heming, el director del Centro de Estudio y Conservación del Panda Gigante, desmintió las acusaciones contra la panda y señaló que el comportamiento de Ai Hin probablemente se debió a un desorden hormonal y no a una acción deliberada para fingir su embarazo. “Este fenómeno ocurre en un 10% a 20% de los pandas“, dijo. “Después de que la hembra es inseminada, si su salud no está del todo bien, se irrumpirá su embarazo pero ella todavía tendrá los síntomas de una panda preñada”, agregó Heming.
“Este fenómeno también ocurre a los pandas en estado salvaje, cuando no tienen suficiente bambú para alimentarse“, continuó.
El período de gestación de los pandas dura ente 90 y 160 días y las crías son tan pequeñas, que no las alcanza a ver el ultrasonido en las ecografías. Además es difícil utilizar las hormonas como un indicador viable de su embarazo, así que muchas veces solo queda esperar para ver si en realidad está preñada.
El panda gigante es una de las especies más amenazadas en la Tierra, quedan alrededor de 1.600 ejemplares salvajes en la naturaleza, su mayoría en las montañas hacia el suroeste de China. Alrededor de 300 de ellos habitan en cautiverio y su tasa de natalidad deja bastante que desear: solo alrededor del 24% de las hembras en cautiverio dan a luz.