Un geógrafo de la Universidad de Maryland, Matthew Hansen recientemente se asoció con Google Earth para crear un mapa de alta resolución de los bosques del mundo. Se usaron 650.000 imágenes satelitales tomadas por la NASA y luego Hansen y Google recopilaron las imágenes que detallan la pérdida de los bosques del planeta durante un período de 12 años.
De acuerdo a los datos, de 2000 a 2012 más de 888.000 kilómetros cuadrados (sí, kilómetros) de la cubierta de árboles desaparecieron. Eso es una pérdida asombrosa, incluso teniendo en cuenta que durante el mismo período de tiempo más de 300.000 kilómetros cuadrados de bosque se recuperaron. Esas ganancias fueron principalmente el resultado de bosques que habían sido talados y que finalmente volvieron a crecer, un proceso que puede tomar años o décadas.
En la revista Science se publicó que los hallazgos de Hansen muestran que la pérdida de árboles se aceleró especialmente en los trópicos, sobre todo debido a la tala y la minería ilegal. Su trabajo también detalla que parte de la deforestación fue causada por los desastres naturales, como incendios y terremotos. Antes del estudio, realizar un seguimiento preciso de la pérdida de bosques era difícil ya que al hacerlo se basaban en las estimaciones de la producción local. Estas estimaciones según Hansen a menudo son incompletas o no están actualizadas. Las imágenes de satélite, por otro lado, son una excelente herramienta visual, capaz de proporcionar una imagen más precisa de la magnitud de la pérdida de bosques tanto local como globalmente.
No sólo los increíbles detalles de los datos hacen que la investigación de Hansen sea tan convincente, sino también la velocidad en la cual se procesaron estas imágenes. Se cree que una computadora promedio habría tomado 15 años para procesar todas las fotos satelitales de la NASA. Earth Engine, la supercomputadora de Google, fue capaz de hacerlo en cuestión de días.
La pérdida de los bosques en todo el mundo trae consecuencias a largo plazo. La cubierta arbórea no sólo proporciona un hogar para especies de plantas y animales sino que también evita inundaciones y erosiones. La inundación que devastó partes de Colorado en septiembre de 2013, por ejemplo, fue consecuencia en parte de la deforestación causada por el incendio de Flagstaff en 2012 y el fuego Fourmile Canyon en 2010, ambos afectaron la zona de Boulder. Sin la vegetación que se encarga de capturar el agua lluvia, las inundaciones repentinas azotaron el condado de Boulder.
Además el papel que juegan los bosques para detener el calentamiento global es muy importante. Una investigación de la Universidad de Leeds sugiere que los bosques absorben hasta un 40% de las emisiones de carbono del mundo. Y ahora que Hansen tiene una imagen precisa de cuál es la cantidad de bosque que se ha perdido, la idea es utilizar esos resultados para medir la velocidad a la que esto podría afectar el cambio climático.
“A menudo, cuando hablamos de clima, hablamos sobre todo de la energía y los medios de transporte pero de hecho, la deforestación provoca más gases de efecto invernadero que todos los medios de transporte juntos“, dice Ana Paula Tavares, vicepresidenta ejecutiva de Rainforest Alliance, una organización de conservación internacional que trabaja para preservar la biodiversidad y promover prácticas empresariales sostenibles.
Detener o al menos frenar la deforestación mundial suena como un trabajo reservado a los países y las grandes corporaciones, pero los consumidores y ciudadanos del común también pueden desempeñar un papel vital. Greenpeace, que se encuentra en medio de una campaña para poner fin a la deforestación para el año 2020, recomienda la compra de productos de maderas recicladas o certificadas, protestando activamente contra empresas destructoras del medio ambiente y apoyando a otras compañías que ya tienen en marcha políticas de cero deforestación.
Algunas de estas empresas se pueden encontrar a través de Rainforest Alliance, que creó una lista creciente de empresas que han sido certificadas por la organización por su dedicación a las prácticas sostenibles. “Los bosques tienen más valor, incluyendo el valor económico, cuando están de pie, que cuando se talan”, dice Tavares. “No se trata abrazar un árbol; se trata de preservar los recursos. Se trata de mantener el planeta sano y equilibrado para que podamos seguir viviendo en él”.
En el video, las zonas rojas representan la superficie de bosques que se ha perdido en el transcurso de los años entre 2000 y 2012. Matthew Hansen habla en el video y cuando se muestran las imágenes de Paraguay señala “Paraguay está completamente rojo. No hay rebrote de árboles”.
httpv://youtu.be/sqiyP5Xv_PM
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