Por Catalina Vásquez
31 enero, 2015

“¡Al fin terminó la cadena perpetua de este oso negro!”

Ricki nació en libertad, pero al poco tiempo sufrió un gran trauma. Fue encerrado en una pequeña jaula de una famosa heladería de York, Estados Unidos y destinado a cadena perpetua. Él no cometió un crimen, no ha mordido a nadie, sólo es culpable de ser hermoso y digno de exhibición.

Por suerte, este infierno terminó. El dueño de Ricki, Jim McDaniels, le contó al York Dispach que está muy de acuerdo con enviarlo a un santuario y en los próximos días. Este hombre tuvo que ceder, ya que su negocio, la heladería Jim Mack´s se ha transformado en el blanco de demandas por parte de la Fundación de defensa legal animal. Estos últimos alegan que Ricki, el oso, vive en condiciones deplorables. Su jaula es muy pequeña, siempre está húmeda y su alimento sólo consiste en comida de perro y maíz.

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Otro periódico local, The York Daily Record, agregó que McDaniels y sus abogados ya decidieron el santuario dónde lo enviarán, pero Amanda Welling, una de las demandantes del caso, dice que ni ella, ni la Fundación han recibido tal documento. Y agregó que McDaniels no tiene derecho a elegir el santuario, ya que esa decisión depende, de lo que consideren correcto en la Federación global de santuarios animales.

Ricki y su triste situación, se transformaron en algo positivo. La presión que se puso sobre este caso, lo logró liberar y da pie para que otros se atrevan a abrir jaulas en el futuro.

Aquí puedes ver un video de su terrible cautiverio, que por suerte, está a días de terminar.

httpv://youtu.be/n2uJpilnGaw

La linda petición para conseguir la libertad de Ricki, ha obtenido más de 177.000 firmas.

Visto en: The Dodo