Los grandes mamíferos tenían frío y decidieron aprovechar las cálidas aguas del sector.
Una mañana muy fría a principios de febrero, cerca de 300 manatíes decidieron desviarse hacia las aguas cristalinas de Three Sisters Springs en el río Crystal de Florida, EE.UU. y resguardarse en sus cálidas aguas. Los grandes mamíferos que están en peligro de extinción, buscaban un lugar para mantener su temperatura corporal. Esto es algo que la especie suele hacer para sobrellevar las frías temperaturas de invierno –por lo general buscan manantiales de agua dulce y salidas de centrales eléctricas que tienen corrientes más tibias–, pero esta vez tomaron a los guardaparques por sorpresa. Sobre todo cuando vieron una gran mancha oscura bajo el agua donde alcanzaron a contar al menos 293 manatíes.
Con tantos manatíes en un espacio tan pequeño, los guardaparques se vieron obligados a cerrar el recinto. Las personas que suelen ir a practicar snorkeling, kayak e incluso a nadar, tuvieron que retirarse para evitar poner en peligro a estos gigantes marinos.
Muchas veces cuando los manatíes llegan a aguas tan bajas como las del santuario Three Sisters Springs los animales resultan muy dañados. Sufren heridas a causa de las hélices de botes, lanchas o motos acuáticas y muchos de ellos quedan con grandes cicatrices que demuestran lo peligroso que puede ser que estén ahí. Así que para reducir este tipo de incidentes -que son una de las mayores causas de muertes de los manatíes en Florida-, los oficiales del Servicio de Vida Silvestre cierran estos lugares en la época en la que los manatíes migran.
Esta es una de las muchas iniciativas que los expertos han comenzado a desarrollar para ayudar a la especie a recuperar su población, incrementando sus números desde 1.800 ejemplares en 1990 a 5.000 manatíes hoy.