El derrame de miles de toneladas de petróleo en 2010 ya es culpable de la muerte de cientos de mamíferos marinos.
Los delfines del Golfo de México continúan muriendo en grandes cantidades cinco años después de gran derrame de petróleo de la plataforma petrolífera semisumergible Deepwater Horizon, propiedad de British Petroleum (BP), de acuerdo con un nuevo estudio financiado por el gobierno de EE.UU. El informe, publicado en PLOS One, podría tener un impacto significativo en la cantidad de dinero que el gigante petrolero debiese pagar para ayudar al Golfo y sus delfines en riesgo a reestablecerse.
Se estima que para el desastre del Deepwater Horizon se vertieron alrededor de 780.000 toneladas de crudo en el agua y el estudio indicó que “el evento de mortalidad inusual (UME) plurianual de mamíferos marinos en la parte norte del Golfo de México tiene categorizaciones múltiples de altas mortandades de delfines nariz de botella, lo cual puede deberse a diferentes factores, incluidos entre ellos el derrame de petróleo del Deepwater Horizon”, declararon funcionarios de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
“Está bastante claro que el petróleo juega un papel importante en esta situación, y obviamente se requieren más estudios, pero no sé si este estudio cambiará la estrategia de BP”, indicó Lacey McCormick, gerente de comunicaciones de la National Wildlife Federation. “Creo que ellos seguirán en su posición y negarán la ciencia de punta a cabo”.
Sin embargo el estudio puede ayudar a los científicos a determinar como proceder desde aquí, afirmó McCormick. “BP tendrá que pagar miles de millones de dólares bajo la Ley de Agua Limpia y la Ley de Contaminación por Petróleo, y entonces surge la pregunta de qué hacer con este dinero”, dijo. “Necesitamos usar la ciencia para determinar cómo utilizar este dinero de manera más efectiva en la restauración del ecosistema de delfines y otras especies en el Golfo”.
El informe, que fue preparado por la National Marine Mammal Foundation y financiada por la NOAA, analizó la información de cuatro grupos de muertes de delfines en el Golfo, tres de las cuales sucedieron después del derrame. Desde febrero de 2010 hasta hoy, 1.305 delfines han varado en las costas del Golfo, el 94% de ellos fueron encontrados muertos, haciendo de este hecho la muerte masiva de mamíferos marinos más grande de que se tenga registro.
Aún así, BP continua sosteniendo que aquellos delfines que vararon y murieron antes del derrame son prueba de que ellos no son los responsables. “El estudio del UME del Golfo reitera lo que otros expertos, tales como la NOAA han declarado: el UME se inició tres meses antes del derrame de petróleo del Deepwater Horizon, y la o las causas no han sido determinadas”, indicó BP en su sitio web State of the Gulf. “El estudio no muestra que el accidente haya impactado negativamente en la población de delfines”.
BP alega que muchos otros factores pudieron haber causado estas muertes en masa, entre ellos las bajas temperaturas del mar, el vertimiento de agua dulce en lago Pontchartrain de Luisiana, infecciones bacterianas y “el incremento del conocimiento público y el número de observadores de la vida silvestre en el Golfo después del derrame”.
Pero McCormick descubrió en una publicación que el estudio concluyó que los 26 delfines que murieron en el lago Ponchartrain antes del derrame tenían “lesiones delatoras en su piel” causadas por el agua dulce y que además estuvieron expuestos a un clima inusualmente frío. “Sin embargo” escribió, “no hay razón para conectar estas muertes anteriores con las otras”.
El científico Ryan Fikes de la National Wildlife Federation para la restauración del Golfo dijo en un comunicado: “Los ejecutivos de BP deberían dejar de vapulear a la ciencia (y a los científicos) y aceptar la responsabilidad de la compañía. Es hora de que BP deje de poner trabas para que comencemos a restaurar el Golfo”.
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