Por Catalina Vásquez
24 abril, 2015

El Planeta de los Simios: La Revolución, podría estar cerca.

El registro de esta nueva conducta podría modificar la opinión evolutiva que se tenía de los grandes simios. Se trata de un grupo de chimpancés hembras, en la selva de Senegal, que empezó a utilizar lanzas para cazar a otros primates, según reveló un equipo de investigadores estadounidenses en la revista Current Biology.

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Los chimpancés son el pariente genético vivo más próximo al ser humano, ya que comparten más del 98% del ADN con nosotros. A raíz de esto, es fácil llegar a imaginar el grado de inteligencia que tienen. Son capaces de aprender, imitar, resolver problemas e incluso se les ha registrado utilizando objetos para romper cáscaras de fruta o para atrapar termitas desde sus agujeros. Cosas bastante impresionantes, hasta ahora que prácticamente nos dejaron anonadados. Las hembras registradas, cortan ramas de árboles, las pelan y les sacan las hojas, las afilan con los dientes y las entierran en otros animales que se habían refugiado en ramas o troncos huecos, con la clara intensión de matar y comer.

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La investigación, que fue dirigida por Jill Pruetz y Paco Bertolani, de la Universidad de Iowa, Estados Unidos, registró en 22 ocasiones a las chimpancés haciendo esto. En un principio no entendían a qué se debía que enterraran las lanzas en las ramas y troncos una y otra vez, y aún más extraño, que las olieran y lamieran tras el proceso, sin embargo, al ver que las tomaban como si se tratara de un arma y que las enterraban con la suficiente fuerza como para hacer daño, es que entendieron que había un trasfondo. Y días después, pudieron registrar en vivo y en directo a una joven de la manada, que enterró su lanza en un pequeño primate que dormía en un tronco, para después sacarlo y comérselo.

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Además de ser una clara muestra de evolución, los investigadores adjudican esta conducta en los chimpancés a que han tenido que buscar nuevas formas de encontrar alimento, ya que su entorno no es el ideal. “Ha sido una manera innovadora de adaptarse a un medio bastante hostil”, señaló Pruetz en el informe, y agregó que es algo absolutamente común, ya que personalmente lo registró en 13 ocasiones durante el semestre de verano.