Por Catalina Vásquez
19 junio, 2015

Alida y Mr. Gibbs: Una amistad incondicional y capaz de hacer milagros. 

Alida Knobloch es una pequeña de tres años con tiernos ricitos dorados, enormes ojos azules y mejillas sonrosadas. Un verdadero ángel que ríe por la casa, corretea y juega, pero que siempre lo hace acompañada de tubos con oxígeno, una maleta y cables. ¿La razón? Alida fue diagnosticada, cuando tenía tan sólo 8 meses de vida, de una hiperplasia de células neuroendocrinas de la infancia, lo que significa que el oxígeno de los pulmones de la pequeña, no logra llegar a su sangre.

Como podrán imaginar, Alida es bastante débil a pesar de lo energética que se muestra, por lo que acarrear aparatos pesados cuando sale de casa, puede ser simplemente un riesgo extra para su salud. Y es por esto mismo, que sus padres comenzaron a pensar en nuevas soluciones y llegaron a “los perros de servicio” gracias a un programa de televisión que mostraba cómo los entrenaban para ayudar a los ciegos, y por qué no… a su pequeña.

Así, tras un tiempo esperando y preocupados por no pasar a llevar a toda la lista de personas que necesitan de estos perros, apareció el indicado para mejorar la historia. Se trata de Mr. Gibbs, un perro, mezcla de perdiguero con poodle, que recorrió más de 3.000 kilómetros desde Utah hasta la casa de campo de esta familia ubicada en Louisville, Georgia, junto con Ashleigh Kinsley, una entrenadora especial.

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Caters News Agency

Su trabajo: Ser el mejor amigo de Alida, correr a su lado, jugar con ella, y lo más importante, acarrear sus tanques de oxígeno para que siempre esté segura. Un superhéroe incondicional y una pequeña que lo adora por hacer que su vida sea un poco más simple.

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Caters News Agency

La hiperplasia de células neuroendocrinas de la infancia, es una rara enfermedad que fue descubierta el año 2005 y de la que se han descubierto tan sólo 800 casos en el mundo. Es por eso mismo que Debbie Knobloch, la madre de Alida y quién además es enfermera, está trabajando en una fundación para recaudar $30,000 para investigación, y así poder mejorar la calidad de vida de estos niños, tanto en EE.UU. como en el Reino Unido.