Muchos ni se atreverán a abrir este post por lo espeluznantes que pueden parecer estos seres de la naturaleza. Y es que sus patas largas, la velocidad con que se mueven, los ojos saltones, pelos y por supuesto, sus colmillos, pueden generarles una terrible fama. Sin embargo, me gustaría contarles que no son tan terribles como pareciera. Son interesantes, nunca atacarán de forma espontánea al hombre, e incluso, son nuestra gran aliada.
Sigue aprendiendo sobre los arácnidos con nuestra información y las maravillosas capturas en primerísimo primer plano del fotógrafo Roni Hendrawan.
A raíz de su experiencia con los arácnidos, Hendrawan explicó que es realmente difícil fotografiarlas porque siempre están en movimiento y hay que enfocarlas muy bien. Y agregó que: “En la mañana, las arañas no son muy agresivas pero cuando empiezan a moverse se puede hacer más difícil. En realidad, las arañas pueden cansarse después de saltar, haciendo más fácil fotografiarlas”.
Las arañas están prácticamente en todas partes. Hay más de 50.000 especies conocidas de arácnidos en el mundo. Prácticamente pueden vivir en cualquier ecosistema y en todos los continentes, excepto la Antártica. La mayoría de las especies son terrestres, pero también pueden vivir en los árboles. Las hay muy extremas. Algunas pueden vivir en lugares húmedos y fríos y otras, como la araña de cueva Kauai, que vive en los tubos de lava de los volcanes de Hawái. La mayoría son solitarias e interactúan exclusivamente al momento de pelear o aparearse.
Su fuente de alimento son los insectos y mantienen la población de estos mismo bajo control. Algunas familias, como las arañas tejedoras, lo hacen a través de la caza pasiva, con sus telas, otras, como las arañas lobo, con la caza activa. Debido a que invernan, muchas se preocupan de recolectar alimento en la temporada agrícola, lo que de paso, es una excelente ayuda a los agricultores, horticultores y jardineros para mantener las plantas y frutas a salvo de los insectos.
Las arañas también tienen predadores. Muchas arañas matan incluso a las de su propia especie y son el alimento favorito de muchas aves, lagartos, avispas e incluso mamíferos en el desierto.
Visto en: Diario ecología