El número de animales salvajes en la Tierra ha disminuido a la mitad en las últimas dos décadas, según el último Informe del Planeta Vivo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Las especies en los océanos, ríos y el territorio terrestre, han desaparecido rápidamente debido, en mayor parte, a las acciones del ser humano quienes los cazan como alimento en cantidades no sustentables y contaminan o destruyen sus hábitats. El informe fue realizado por la WWF y la Sociedad Zoológica de Londres (Zoological Society of London).
“Si la mitad de los animales en el zoológico de Londres muriera, aparecería en primera plana en las noticias”, señaló Ken Norris, el director de Ciencias en la sociedad Zoológica de Londres. “Pero esto está ocurriendo en los grandes espacios al aire libre. Este daño no es inevitable, sino una consecuencia de la forma en la que hemos elegido vivir”, agregó. Además recalcó que la naturaleza, que nos provee de alimentos, agua limpia y aire, es esencial para el bienestar de los humanos.
“Hemos perdido a la mitad de la población de los animales y sabemos que esto se debe al consumo humano, está claro que esto es un llamado a las armas y debemos actuar ahora”, dijo Mike Barratt, director de ciencias y políticas en la WWF. Barrat también apuntó que se debería proteger una mayor porción de la Tierra de los daños del desarrollo y la deforestación, mientras que los alimentos y la energía debería producirse sustentablemente.
El declive de las poblaciones de mamíferos, aves y peces fue calculado al analizar alrededor de 10.000 poblaciones diferentes que cubrían un total de 3.000 especies en total. Estos datos fueron utilizados luego, por primera vez, para crear un Index del Planeta Vivo (LPI) representativo que reflejaría el estado de los alrededor de 45.000 vertebrados conocidos.
“Todos hemos escuchado del índice FTSE 100 (contiene los 100 principales valores de la Bolsa de Londres), pero hemos perdido el último indicador, la tendencia al declive de las especies y ecosistemas en el mundo”, dijo Johnathan Baillie, director de conservación en la Sociedad Zoológica de Londres. “Si respondemos de la manera correcta, tendremos un estilo de vida seguro y sustentable para el futuro”.
De lo contrario, la sobreexplotación de los recursos nos llevará a conflictos, añadió Baillie quien además dijo que el LPI (Living Planet Index) era un indicador robusto y ha sido adoptado por la Convención de la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas como una visión importante de nuestra biodiversidad.
Un segundo índice en el nuevo informe LPI calcula la huella ecológica de la humanidad como por ejemplo, la escala en la que está utilizando sus recursos naturales. Actualmente la población mundial está talando árboles más rápido de lo que logran crecer; está cazando peces más velozmente de lo que los océanos pueden re abastecer; está extrayendo más agua de los ríos y otras fuentes de agua, de lo que las lluvias son capaces de llenar a corto plazo; y se emite más dióxido de carbono de lo que los árboles y océanos en el mundo pueden absorber.
El informe concluye en que para sostener el consumo promedio actual se necesitarían 1.5 planetas tierras. Pero se requerirían 4 planetas para mantener los niveles de consumo de Estados unidos o 2.5 planetas tierra para mantener los niveles del Reino Unido.
Las especies más afectadas
La degradación más rápida entre los animales fue encontrada en las especies de los ecosistemas de agua dulce. “Los ríos son el fondo del sistema”, señaló Dave Ticker, el principal asesor de agua dulce de WWF. “Cualquier cosa que le ocurra a la superficie terrestre, termina en los ríos”. Por ejemplo, continúo él, diez billones de toneladas de efluentes son vertidos en el río Ganges en India todos los años.
El número de animales terrestres han decaído en 40% desde 1970. Desde los elefantes del bosque en África central, donde las tasas de caza ilegal ya han excedido las tasas de nacimientos, hasta el primate gibón hoolock en Bangladesh, la destrucción del hábitat ha hecho temblar a las poblaciones de animales. Aunque los esfuerzos intensivos de conservación también pueden revertir este declive, como ocurrió con los tigres en Nepal.
Las especies marinas también han caído en 40%, donde las tortugas son unas de las más afectadas. Su caza, la destrucción de sus nidos en los sitios de nidificación y sus muertes al quedar enredadas entre las redes de pesca han causado la reducción de un 80% de sus poblaciones.