Por Catalina Vásquez
26 junio, 2015

¡Ayyy Turbo! Al parecer necesitas pasar más horas en el jardín. 

Turbo, un perro de raza corgi, decidió salir a pasear en una deliciosa tarde en que las nubes cubrían el sol abrasante del verano. Se recostó sobre el césped, y desde ahí, se puso a observar el movimiento del barrio. Un vecino sacó a su pastor alemán para que hiciera sus necesidades, al rato, otro arrastraba a su poodle hasta el coche para llevarlo, me imagino, al veterinario. Todo estaba en orden, nada escapaba de lo que Turbo ve a diario desde ese spot de su jardín, e incluso, se estaba quedando dormido del aburrimiento, lo que se notó por los bostezos que se le comenzaron a escapar.

Pero la tranquilidad estaba destinada a desaparecer, ya que Turbo no estaba identificando al ser que tenía en frente, y probablemente lo estaba confundiendo con una roca común y corriente. No te pierdas su reacción al descubrir que la roca se movía en el video a continuación.

La conclusión: Turbo necesita pasar más por el barrio para conocer a todos los vecinos.

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