Metieron a la fuerza y sin cuidado a frágiles aves de 35cm dentro de botellas con una capacidad de 750cc.
El pasado lunes 4 de mayo, un macabro cargamento causó revuelo en el puerto de Tanjung Perak en Surabaya, Indonesia. Se trataba de 24 especímenes de cacatúa de cresta amarilla, que habían sido introducidas a presión en botellas plásticas con el objeto de cruzar la frontera y ser comercializadas.
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Un terrible suceso que gracias al trabajo de la policía local no llegó a concluirse, envió a las cacatúas con un veterinario y terminó con la banda criminal desbaratada y esperando su juicio. Pero que por otra parte, da indicios de que este tipo de contrabando animal es bastante común, ya que las aves con toda su belleza y particularidades, pueden llegar a alcanzar un valor de $987 dólares cada una, en países del Medio Oriente, Europa y Asia, donde son más codiciadas.
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Las cacatúas, nativas de Indonesia, alcanzan un tamaño promedio de 35cm de largo y eran introducidas en botellas de agua de no más de 750cc, a través de la base que era previamente cortada. Como se puede ver en las fotos, un espacio ínfimo, que no les permitía mover ni un sólo músculo, alimentarse y peor aún, les generaba estrés, uno que otro hueso quebrado, y por consiguiente, muerte en algo así como el 40% de los casos, al no ser capaces de sobrevivir el viaje.
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En resumen, otra maravillosa especie destinada al fracaso por nuestra culpa. Una hermosa ave que fue catalogada como una especie en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales en 2007, y que con tan sólo 7000 especímenes, pronto dejará de existir, ya que no fuimos capaces de revertir a tiempo los daños de la deforestación y la caza furtiva.
