Con estas fotos me podrían salir corazoncitos en los ojos.
Este majestuoso oso de anteojos que vive en las regiones montañosas de Sichuan y el Tíbet, en China, tiene un gran problema. Quedan alrededor de 1.800 ejemplares de su especie, debido a los cazadores furtivos, la destrucción de su hábitat natural, la falta de bambú, la baja natalidad y la alta mortalidad infantil.
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Es por todo esto, que el Gobierno de China ha decidido cuidarlos en exceso. Hay un terreno protegido de 23.000 km² en las provincias de Sichuan, Gansu y Shaanxi, donde pueden vivir en absoluta tranquilidad. Además matar a uno tiene un coste de 20 años de cárcel, y existe una especie de santuario donde se hacen todos los esfuerzos para reproducir a la especie. Es justo aquí, donde esta historia se pone interesante, ya que el lugar del que estamos hablando podría ser simplemente de los más adorables de este planeta. Se trata de la Base de Investigación Chengdu en China, y más que científicos trabajando con probetas, lo que se ve son pandas, en sus primeras etapas de vida, recostados en el césped mientras toman su biberón, jugando con pelotas o mecedoras y durmiendo siesta.
Este lugar es vital para el desarrollo de los pequeños, ya que en estado salvaje tienen menos probabilidades de sobrevivir. En un comienzo necesitan ser amamantados unas 6 a 14 veces por día por un lapso de 30 minutos y recién comienzan a andar, torpemente, a partir de los 75 días.
¿Te parece adorable? Entonces no dejes de ver las fotos a continuación. Te aseguro que te provocarán tanto amor, como para partir a la juguetería más cercana a buscar un oso panda de peluche con el que puedas dormir.
