Todo podría comenzar con un pequeño animalito…
Me atrevería a decir que todos los ríos tienen curvas, sobre todo aquellos que no tienen el camino definido por gigantescas rocas y cerros. Incluso hay ríos que cambian su curso con el paso del tiempo, pero si nos detenemos un segundo a pensar en el porqué de esto, realmente no podría explicarlo. Por suerte hay alguien que sí puede aclararnos la razón de la forma serpenteante que adquieren los ríos y todo podría comenzar con algo tan insignificante como un pequeño roedor construyendo su hogar –como una rata almizclera o un castor– entre otras cosas.