Por Romina Bevilacqua
20 diciembre, 2014

Moon, el chimpancé a la derecha de la fotografía, quedó huérfano cuando pequeño luego de que un cazador ilegal mató a su familia por carne y luego trató de venderlo como mascota. IDA-Africa, una organización por la defensa y protección de los animales, lo salvó en 2002 y desde entonces el chimpancé vivió en su Centro/Santuario de Rescate para Chimpancés Sanaga-Yong, entre amigos que lo querían profundamente –como Lucy, que aparece a su izquierda–.

Cuando salió del bosque de veinte hectáreas abundante en naturaleza el pasado junio, el equipo del santuario lo llamó y buscó por los alrededores, seguros de que volvería de todas maneras si es que no se había perdido. Pero no volvió. Pronto el equipo se daría cuenta de que tras salir del área, había sufrido la misma desgracia que su familia 13 años atrás: Un cazador furtivo le disparó y lo mató para luego vender su cuerpo como carne.

Meses de colaboración entre IDA-Africa, LAGA (Last Grape Ape Organization) y el gobierno de Camerún finalmente dieron resultados y lograron arrestar al cazador en la madrugada del 30 de noviembre. En las semanas que siguieron, IDA-Africa y sus colaboradores han estado trabajando para tratar de que el imputado reciba una sentencia larga.

Moon y Lucy fueron mejores amigos durante el tiempo en que Moon estuvo en Sanaga-Yong. Mientras sigamos vivos, la imagen del dulce y juguetón Moon se mantendrá en nuestros corazones y nos inspirará a continuar peleando por la sobrevivencia de los chimpancés“, escribe la organización en su página.