No estamos seguros de dónde viene la frase tan popular “se llevan como perros y gatos”. Pero el siguiente ejemplo demuestra exactamente todo lo contrario. Este duo Corgi y gato es tan unido que incluso algunos podrían pensar que hay algo más que una simple amistad.
Antes de conocerse, el gato era muy amistoso con los que consideraba su familia: otros gatos y humanos. Pero el hecho es que ahora la situación es extrema. No deja de lamer a su amigo canino y perseguirlo por toda la casa. El perro por su parte se deja querer. Permite que el gato de vueltas a su alrededor y le frote la barriga, lo que es una muestra de sumisión y comodidad.
httpv://youtu.be/CIg3zpGk5O8
Las fotos lo dicen todo. ¿Están enamorados, es acoso, o quizás creen que son de la misma especie?
Visto en: Bored Panda
