El Instituto de Perezosos Costa Rica se ha propuesto promover el respeto hacia el ambiente natural del perezoso y atraer la atención pública hacia su protección. Y la forma en la que lo están haciendo, es adorable.
La primatóloga y fundadora de la organización Sam Trull y su amiga y voluntaria Seda Sejud, pasan sus días cuidando de estos animales que comen de las algas que crecen en su pelaje y que suelen terminar heridos y huérfanos debido al impacto humano en su hábitat natural. Manejando una clínica de rescate junto a Kids Saving the Rainforest (KSTR), una organización sin fines de lucro que hace 15 años ayuda a rehabilitar a animales en el área Manuel Antonio de Costa Rica, Trull y Sejud ponen una atención particular a la compleja ciencia detrás de las duras, complejas y en general costosas necesidades de rehabilitación de los perezosos.
Dado que la población humana cerca del área de Manuel Antonio en la costa pacífico central se ha expandido, la huella ambiental de las personas no sólo ha dañado el hábitat natural de los perezosos, sino que también a los animales mismos, dijo Trull al Hufftington Post en un email. La expansión urbana daña su hábitat, las líneas de poder sin aislar electrocutan a los perezosos cuando estos los confunden con lianas de árboles y los perros introducidos en el área como mascotas, muchas veces atacan a los perezosos salvajes. De esta forma se perturba su ambiente, su fuente de alimentos y se propagan más enfermedades en la especie.
“Muchas veces los animales terminan en nuestro centro de rescate debido a la intrusión humana en su hábitat y los perezosos son particularmente vulnerables a las alteraciones de su entorno y la fragmentación”, señaló Trull. “Los perezosos están de moda ahora, pero la mayoría de las personas los ven como animales tiernos y peludos que quieren abrazar y no se dan cuenta de los peligros que estos deben enfrentar en su hábitat natural. Estos peligros están mezclados con el hecho de que sabemos tan poco sobre ellos científicamente, por ser criaturas tan únicamente complejas”.
El Instituto de Perezosos apareció en las noticias cuando un joven que trabaja para un hotel local, trajo a un perezoso de tres dedos en los pies a la clínica de rescate KTSR. El animal se había caído de un árbol y no lograba trepar hasta un lugar seguro, de acuerdo a la publicación en el blog de Trull acerca de la experiencia. El coordinador notó que el perezoso estaba teniendo convulsiones y que estaba preñada.
Luego de cuidar de la madre perezoso que tuvo contracciones por 24 horas, sin poder dar a luz, Trull fue a una clínica veterinaria para buscar más ayuda. Una radiografía reveló que el bebé perezoso estaba de cola, por lo que tuvieron que realizar lo que podría ser la primera cesárea en un perezoso de tres dedos.
“Para mí no se trata tanto del hecho que es “el primero en su especie”, sino que más del hecho de que siempre podemos hacer algo para salvarlos y darles la segunda oportunidad que todos merecen de volver a su vida salvaje“, dijo Trull.
Tristemente, el bebé perezoso murió una semana después debido a problemas en el corazón y fluidos en sus pulmones, evidentemente de nacimiento. La herida cerebral de la madre también era muy severa —tuvo un infarto y murió poco después de eso–. Pero el evento ayudó al instituto no sólo a llamar la atención sobre la compleja ciencia que rodea a los perezosos, sino que a explorar nuevos territorios con los cuidados de rehabilitación.
“Estoy devastada de que no pudieron lograrlo”, contó Trull. “Hicimos un esfuerzo tan grande. Pero aún así estoy feliz de que tuvieron una semana de estar juntos y conocerse, aunque haya sido una vida muy corta para el bebé. Tratamos de asegurarnos de que ambos estuviesen cómodos y de que pasaran la mayor cantidad de tiempos juntos en la luz del sol y la brisa —el lugar favorito de los perezosos–”, finalizó.
Visto en: Huffington Post