Según esto, al desayuno ya había consumido el límite diario. Y lo más probable es que tú también estés comiendo mucha azúcar.
No soy una persona que consuma mucha azúcar. Bebo el té sin azúcar ni endulzantes, no suelo comer dulces, ni consumo bebidas. Pero esta mañana me di un atracón de galletas de chocolate y sin darme cuenta me comí medio paquete…es decir: 57 gr de azúcar. Y así, en 5 minutos ya había consumido el límite diario que la OMS recomienda de azúcares libres o azúcares añadidas. Y eso que sólo eran las 11 de la mañana…
A principios de marzo la Organización Mundial de la Salud actualizó sus directrices que ahora recomiendan no consumir más del 10% de “azúcares añadidas” en nuestra ingesta calórica diaria. Pero eso no es todo, la OMS incluso sugiere una reducción general de todo consumo de azúcares añadidos a lo largo de la vida de una persona, llegando al punto de recomendar que sería incluso mejor si se limitaran los azúcares añadidos a sólo un 5%.
Probablemente estos números no te digan mucho… así que mejor veamos qué significa ese 10% en términos de nuestros alimentos. En el caso de un adulto promedio que debiese consumir 2.000 calorías al día, limitar su consumo de azúcar a un 10% de sus calorías equivaldría a 50 gramos de azúcar. Si tomas una coca cola de 590 cc, la cual contiene 65 gramos de azúcar, ya te pasaste de tu límite. Un pote de 177 cc de Yoplait original de fresa, tiene 26 gramos de azúcar, eso es la mitad del límite del 10% o el límite si tomas el consejo de la OMS de restringir tu consumo de azúcar al 5%. Y con esto sólo has cubierto tu desayuno…
En total, de acuerdo a la Escuela de la Salud Pública de Harvard, el estadounidense promedio consume casi 90 gramos de azúcares añadidos al día, lo cual equivale a 22 cucharadas. En su calidad de investigadores prominentes que han estudiado el impacto del consumo de azúcar en las enfermedades cardiacas, James J. DiNicolantonio y Sean C. Lucan escribieron el año pasado en el New York Times que un 75 % de las comidas envasadas contiene azúcares añadidos.
Ellos recalcaron que “Si consideras que los azúcares añadidos en una sola lata de soda pueden ser más que lo que la mayoría de las personas hubiesen consumido en todo un año sólo hace unos cuantos cientos de años, ello te da una percepción de los cambios dramáticos que ha sufrido nuestro ambiente”. Expertos de la salud pública, tales como los de la OMS, declaran que existe evidencia suficiente que sugiere que el exceso de dulce en nuestras dietas conlleva a la obesidad y a las enfermedades epidémicas relacionadas, tales como la diabetes tipo 2 y a las enfermedades cardiacas.
¿Cuánta azúcar consumes al día?
Estas recomendaciones suenan suficientemente directas, pero hay un problema que se reduce a la siguiente pregunta: ¿Tienes alguna noción de la cantidad de los azúcares añadidos que consumes cada día? a menos que estés revisando las etiquetas de todo lo que comes…lo dudo.
Para empezar, lo más importante es saber qué se entiende por azúcares añadidos. Según la OMS, estos ‘consisten en el azúcar que es añadido a las comidas y a las bebidas por parte del fabricante, cocinero o consumidor y también todas las azúcares que se encuentran presentes de modo natural en la miel, los jarabes, los jugos de frutas y los concentrados de frutas. Esta definición no incluye al azúcar que se encuentra de modo natural en, por ejemplo, las frutas y vegetales.
Mientras los expertos de la salud conceden que toda azúcar impacta al cuerpo de maneras similares, ellos argumentan que el problema no es el azúcar en sí, sino que comemos muchísimas cantidades de esta. Y, si estás supliendo tus necesidades de azúcar mediante las frutas y los vegetales, al menos también estás consumiendo un montón de nutrientes que tu cuerpo necesita. En otras palabras, el decir “azúcares añadidos” es, en esencia, lo mismo que decir “calorías vacías”.
¿Cómo enfrentar este problema?
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos está considerando rediseñar el panel de datos nutricionales que se presenta en la mayoría de los alimentos envasados, la cual consistiría en la primera modernización a gran escala desde que esta debutó hace 20 años. Entre los cambios más importantes, la agencia está considerando instaurar una línea separada para distinguir los “azúcares añadidos” del “azúcar”. Al parecer, a pesar de la intensa oposición por parte de la industria de alimentos procesados, tal reforma se llevará a cabo.
Sin embargo, esto todavía deja mucho espacio para la confusión. Muchas recomendaciones de la salud se refieren al consumo de azúcar en términos de cucharaditas o incluso de calorías. Por ejemplo, las recomendaciones de la OMS presentan este máximo 10% como “200 calorías” en el caso de una dieta de 2.000 calorías diarias. ¿Ah? Incluso con teléfono inteligente en mano, sólo los consumidores más obstinados se van a parar en los pasillos del supermercado tratando de calcular cuántas calorías hay en los 19 gramos de sus cereales favoritos de avena y pasas.
Una buena regla general por la que guiarse si deseas cuidar tu consumo de azúcar es mantente alejado de los bebestibles endulzados con azúcar, los cuales son responsables por la mitad del consumo de azúcar de la persona promedio. Por supuesto que la soda es uno de los culpables más obvios, pero incluso en las bebidas que parecen ser saludables se puede esconder una gran cantidad de azúcar. Por ejemplo en una lata de 680 ml de Ice Tea Arizona de sabor limón hay 72 gr de azúcares totales y un jugo de naraja marca Watt’s de 500 ml contiene 70 gr de azúcares totales –y así un vaso de 237 cc de jugo de naranja puede contener hasta 25 gr de azúcar–.
Además si te basas en la recomendación de 25 gr. diarios de azúcares añadidos de la OMS, únicamente se necesitan dos barritas de proteínas de Nature Valley de yogurt griego para casi alcanzar ese límite (22 gramos de azúcar). El Cappuccino tamaño grande de Starbucks con soya que compras camino al trabajo en la mañana ya tiene 11 gramos y después, a la hora de la cena, media taza de salsa de espagueti sobre tu plato de pasta ya estarían añadiendo alrededor 10 gramos de azúcares añadidos. Adiciona a tu ensalada unas cuantas cucharaditas de aderezo de ensalada envasado y ya estarías sumando 2 gramos más de azúcar, por lo que a estas alturas ya te debieses estar despidiendo de tu postre.
Incluso sólo uno de esos paquetitos de kétchup que sacas por puñado en tu restaurante de hamburguesas o comida rápida contiene 7 gramos de azúcar. Sumándolo todo, ciertamente ya serás capaz de entender la razón de por qué nos estamos ahogando en azúcar.
Visto en: Take Part, New York Times, OMS