Los productos dañados y descompuestos no atraen a las multitudes y los minoristas lo saben. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (DAEU) estima que los supermercados estadounidenses pierden más de 15 mil millones de dólares cada año sólo en frutas y verduras –principalmente por la sencilla razón de que no lucen bien– y este problema se repite en los supermercados alrededor del mundo.
Sin embargo una ingeniosa cadena de supermercados en el Reino Unido ha renunciado a esta práctica derrochadora, convirtiendo a la comida orgánica que no logran vender, en electricidad. Básicamente, lo único que la tienda tiene que hacer es dejar que la comida se pudra. Se trata de los supermercados Sainsbury’s, que han estado trabajando junto con la planta Biffa ubicada en Cannock, por más de dos años para poner en marcha este proyecto. Biffa es una planta encargada del manejo de desperdicios y del reciclaje.
Según el portal Popular Science, así es como la idea funciona: Debido a que una sola tienda no produce los suficientes desechos para proveer toda la energía necesaria, una serie de tiendas de Sainsbury envía sus residuos de alimentos a las instalaciones de Biffa, en donde la comida se almacena en silos sin oxígeno. Las bacterias que se desarrollan a causa de esta ausencia de oxígeno descomponen los restos en un proceso denominado “digestión anaerobia”. Luego, Biffa utiliza el biometano que se obtiene como resultado de este proceso, el cual es un gas natural que también se encuentra bajo tierra y lo reutiliza en la producción de electricidad. Un cable de más de un kilómetro de largo se instaló recientemente para vincular a la planta con una tienda de Sainsbury’s cercana, la que ahora recibe electricidad directamente de Biffa.
“Sainsbury’s no envía absolutamente nada de basura a los vertederos y siempre estamos buscando nuevas formas de reutilizar y reciclar“, comentó a la BBC Paul Crewe, jefe del departamento de sustentabilidad de la cadena de supermercados. “Estamos encantados de ser la primera empresa que hace uso de esta tecnología, la que permite que nuestra tienda Cannock reciba energía producida en su totalidad con nuestros residuos de alimentos”.
En Estados Unidos, la cadena de supermercados Kroger informa que el 20% de la electricidad que utilizan en el centro de distribución ubicado en Compton, California, proviene del mismo proceso. Además, dos supermercados en el estado de Washington han invertido en máquinas de tamaño industrial que convierten a las sobras en fertilizantes.
Por otro lado, los compradores también pueden ayudar disminuir el exceso de desperdicios: Al comprar productos, no dejes que las frutas y verduras que lucen flácidas y arrugadas te engañen. La mayoría del tiempo ellas están en perfectas condiciones para ser consumidas.
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