Si hubiera un símbolo que represente la destrucción del medio ambiente de nuestra cultura de consumo, sería de plástico y estaría hecho a partir de productos derivados del petróleo y escupidores de carbono. Pero ¿qué pasaría si las bolsas, botellas y otros plásticos, pudieran ayudar a salvar el medio ambiente, en lugar de destruirlo? ¿Qué pasaría si en lugar de emitir gases de efecto invernadero, tu ordenador portátil, tu carcasa de celular y los muebles de tu oficina los almacenaran?
Por muy imposible que esto suene, en realidad podría ocurrir muy pronto. Dell y otras compañías están luchando contra el cambio climático gracias a un plástico que es capaz de almacenar las emisiones de carbono. Una compañía del sur de California llamada Newlight Technologies ha desarrollado una manera de fabricar plástico a partir de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Se llama AirCarbon y las computadoras portátiles Dell Latitude fabricadas cerca de El Paso, Texas, serán distribuidas en una bolsa de plástico llamada Newlight AirCarbon, hecha de gases de efecto invernadero, que de otra manera seguirían calentando el planeta. Virgin Mobile, por su parte, ha llegado a un acuerdo para vender carcasas de celulares AirCarbon a través de Sprint y el fabricante de muebles KI empezará a usar plástico AirCarbon en sus productos también.
“Esto no sólo tiene el potencial para cambiar nuestra industria, sino que también todo el mundo”, dice Dick Resch, presidente ejecutivo de KI, ubicada en Green Bay, Wisconsin. “Estamos sacando a los contaminantes del aire y convirtiéndolos en plásticos que pueden ser reciclados. Esto es algo bastante sorprendente“. Oliver Campbell, jefe de adquisiciones para el embalaje a nivel mundial de Dell, dijo que las pruebas realizadas por laboratorios independientes no sólo verifican que el plástico AirCarbon es carbono negativo, sino que además es significativamente más barato que el plástico a base de petróleo.
“Este es un gran cambio de paradigma”, dice Campbell. “Con tecnología como AirCarbon, estamos empezando a dejar el planeta en mejores condiciones de como lo encontramos“. AirCarbon también ayuda a resolver uno de los enigmas del cambio climático: cómo contener las emisiones de gases de efecto invernadero y promover el crecimiento económico, sobre todo en los países más pobres y en vías de desarrollo, que aún dependen de combustibles a base de fósiles.
Los creadores de este fantástico plástico son el par de amigos de escuela del Condado de Orange, Mark Herrema y Kenton Kimmel. Cuando Herrema se preparaba para graduarse de la Universidad de Princeton hace 11 años, tuvo una revelación que podría haber salido directamente de una versión del siglo 21 de la famosa película de El Graduado. (Un ejecutivo arrincona a un recién graduado Dustin Hoffman en una fiesta de Los Angeles en 1967 y le ofrece un consejo: “…. Te quiero decir una sola palabra. Sólo una palabra: Plásticos. Hay un gran futuro en los plásticos”).
En este caso, Herrema estaba leyendo un reportaje de Los Angeles Times sobre los esfuerzos para contener las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero, producido por las vacas lecheras. Una idea se iluminó en su cabeza: Plásticos. “Yo pensé, ¿Por qué seguimos emitiendo todo el carbono en el aire, o por qué intentamos meterlo bajo tierra, cuando la mayor parte de los materiales que estamos haciendo hoy en día están hechos de carbono?“, recuerda Herrema, presidente ejecutivo de Newlight. “¿Por qué no utilizar todo esto como un recurso para hacer plástico?”.
No era una idea nueva. Pero los esfuerzos del pasado fracasaron frente a un problema fundamental: el costo. Se necesitaba medio kilo de un catalizador costoso para crear medio kilo de un plástico incluso más costoso. Herrema y Kimmel se toparon con el mismo obstáculo. “He pasado todos mi veintes en este edificio tratando de hacer que esto funcione“, dice Herrema, de 32 años, quien se auto describe como un científico nerd, pero en realidad luce más como el surfista Californiano que es. “Al final tuvimos un gran avance, el cual consiste en un nuevo tipo de catalizador que no se apaga automáticamente en un radio de uno a uno”.
Eso ocurrió el 2010. El nuevo catalizador de Newlight, producía plástico en un radio de tres a uno. Pero el plástico no estaba exactamente listo para el prime time. Herrema y Kimmel fabricaron una primera silla y se la presentaron a Resch, ejecutivo de KI, quien además fue uno de las primeros inversionistas de Newlight. El ejecutivo de la empresa tomó la silla y la partió por la mitad usando sus manos. Sin embargo hoy en día, Newlight está produciendo 5 kilos de plástico por cada medio kilo de catalizador y todas las sillas en las oficinas de la empresa fueron hechas por KI usando el AirCarbon.
En el laboratorio de investigación de la compañía, el gas metano –sí, el mismo que emiten las vacas de las cuales Herrema había leído en el periódico– se mezcla con el aire en un tanque de acero. Entonces, el biocatalizador patentado de Newlight separa el carbono del metano y encadena a las moléculas entre sí para formar diferentes grados de resina plástica. Al final de la línea de producción, la resina se corta en pellets. Newlight vende los gránulos a los fabricantes para que estos lo modelen y los conviertan en productos. La compañía opera con una planta en California y está construyendo otra en el Medio Oeste que va a llegar a producir 25 millones de kilos de plástico al año. La empresa obtendrá los gases de efecto invernadero de los vertederos o de las granjas.
En un rincón del laboratorio, los científicos están experimentando con la creación de un reemplazo del AirCarbon para la fabricación de botellas de agua de plástico y envases de espuma. Dell, el fabricante de computadores, desea usar el AirCarbon para sustituir el embalaje de espuma y, con el tiempo, también las piezas de plástico en sus ordenadores y servidores. El mayor desafío que enfrentaría Newlight entonces, sería aumentar la producción para satisfacer la demanda de las corporaciones globales como Dell.
Herrema dice que la compañía está en conversaciones con inversores y socios potenciales que le permitirían a Newlight comenzar a cumplir las demandas de ese mercado. “¿Por qué volverías a usar una bolsa de plástico que emite carbono alguna vez?“, dice Herrema. “Queremos reemplazar a los plásticos en todo el mundo”.
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