La remota región del noreste de Rusia, Chukotka, es una inhóspita tundra ártica, pero incluso en este brutal paisaje el fotógrafo Ivan Kislov ha encontrado la belleza entre los zorros que viven y cazan en este sector. Ha estado en incontables situaciones cerca de ellos y ha logrado fotografiar sus momentos más íntimos –e incluso a diversos cachorros–.
Kislov, que vive en la ciudad portuaria del noreste de Magadan, trabaja en Chukotka como ingeniero de minas. Cuando tiene tiempo durante sus largos turnos, da largos paseos donde aprovecha de fotografiar la vida de los alrededores. Para él, estas salidas son una “relajación de la rutina” y le gusta ir de “excursión a lugares de difícil acceso” o a caminatas a pie para “observar la vida silvestre”.
A pesar de que fotografía a todo tipo de animales entre ellos osos y renos, lobos y armiños, Kislov dice que los zorros a menudo son modelos muy dispuestos a ser fotografiados: “Los zorros son curiosos y pueden acercarse mucho y yo utilizo lentes de ángulo ancho y teleobjetivo”.