Cuando un equipo de investigación zarpó en una expedición de nueve meses alrededor del mundo en 2010 para estudiar el impacto del calentamiento global en los océanos de la Tierra, uno de sus proyectos era localizar las acumulaciones de plástico. Encontraron mucho. Nuestros océanos contienen 5 billones de pedazos de plástico contaminando sus aguas, que equivalen a 268.000 toneladas. Pero ¿dónde se concentra esta cantidad de desechos plásticos?
Los investigadores exploraron los cinco gigantescos giros oceánicos, que colectivamente contienen decenas de miles de toneladas de plástico. El resultado fue un convincente mapa de los escombros, único en su tipo. Pero en el proceso se dieron cuenta que el plástico en los giros no daba cuenta de la enorme cantidad que ha sido manufacturada desde que su producción masiva comenzó a mediados de los 1940. En un artículo del National Geographic, el biólogo marino Andrés Cozar Cabañas, quien fue parte de la expedición Malaspina liderada por el Consejo Nacional de Investigación Español, dijo:
“Nuestras observaciones muestran que grandes cargas de fragmentos plásticos, con tamaños desde micrones hasta milímetros, son incontables en las cantidades de la superficie. Pero no sabemos lo que este plástico está haciendo. El plástico está en alguna parte, en la vida oceánica, en las profundidades o deshecho en pequeñas partículas indetectables por las redes“.
Mientras ha habido una considerable alarma acerca de estos giros de plástico flotante, el plástico faltante podría estar teniendo un negativo impacto del que aún no sabemos. Como informa el National Geographic, el estudio de los escombros marinos plásticos es una práctica nueva, sólo data desde 2004 cuando el biólogo marino británico Richard Thompson concluyó que la mayor parte del escombro marino es plástico.
El descubrimiento del plástico faltante levanta muchas preguntas. La oceanógrafa Kara Lavender de la Asociación para la Educación del Mar de Cape Cod, parte de un equipo habitualmente investigando temas relacionados con el escombro en el mar, dijo a National Geographic:
“Estamos en fases iniciales de entender la contabilización. Si pensamos que está entrando a los océanos diez o cien veces más plástico de lo que podemos contar, entonces ¿dónde está? Aún no hemos respondido esa pregunta. Si no sabemos dónde está o cómo está impactando a los organismos, no le podemos decir a las personas qué tan grande es el problema”.
Dentro de las posibilidades: está siendo consumido por pequeños peces que son comidos por peces más grandes que son pescados para el consumo humano, tales como el atún y el pez espada, y terminando en el sistema alimenticio humano. O podría estar encontrando su camino en el ecosistema de las regiones de la tierra menos exploradas, el océano profundo. “Tristemente, la acumulación de plástico en el océano profundo estaría modificando este enigmático ecosistema antes de que podamos saberlo”, dice Cozar.
Aquí puedes ver el mapa:
Visto en: National Geographic