Por Romina Bevilacqua
10 octubre, 2014

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Él es Mick Dogde, el protagonista del programa “La leyenda de Mick Dodge” de National Geographic que a primera vista pareciera tener mucho en común con el joven de la película “Into the Wild”, al menos ambos comparten esa inquietud de dejar atrás la civilización y vivir aislados en la naturaleza.

Vive en la montaña, duerme en un árbol, camina descalzo y se alimenta principalmente de lo que la tierra ofrece. Pero él no siempre fue así. Hace 25 años él tenía una casa propia, autos y todo lo que una persona moderna podría requerir. Pero un día tomó su equipo outdoor y se fue a la smontaña. Se dejó crecer la barba, dejó atrás a la civilización –y a su familia– y se quitó los zapatos para irse a vivir solo a la selva tropical Hoh en el Noroeste del Pacífico. Desde aquél día, dice Dodge, nunca consideró volver a casa, ya que había cierta emoción y aventura al hecho de dejar esa vida atrás.

Una vez que se quitó los zapatos, dice él, sus sentidos se volvieron más vivos, sus ojos eran ahora sus pies ya que con ellos podía sentir todo, texturas, humedad, frío, calor. Y sus pies llevan tatuajes de raíces como símbolo de su lazo con la tierra. Pero Dodge no es un total recluso: se unió a una comunidad de montañeros y aceptó (aunque tomó un poco de tiempo) a ser el personaje principal del show “La leyenda de Mick Dodge” del canal National Geographic. 

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En la primera historia, la misión de Dodge es esparcir las cenizas de su padre en las montañas, pero solo si puede recordar dónde las escondió. “Mi familia ha perfeccionado el arte de eludir civilizaciones por cientos de años. Lo único que tengo que hacer es seguir a mi pies”, dice el filósofo del bosque. Es un peculiar y memorable personaje con una visión única de la vida, como se evidencia en la siguiente entrevista realizada por Mother Nature Network:

MNN: ¿Cómo era tu vida antes de que te fueras al bosque? ¿Tenías un trabajo? ¿Tuviste una educación?

Mick Dodge: Sí, era un mecánico de equipo pesado. También he excavado zanjas, cortado madera, lavado platos y he enseñado en el Earth Gym. Me gradué del colegio Kubasaki en Okinawa, Japón. Nunca fui a la universidad, pero me gusta leer. Si el libro tiene sentido y tiene valor para la tierra, planto un árbol y comparto el libro. Si es lo contrario, planto un árbol y lo uso como papel higiénico o para empezar un fuego. Mi vida era más o menos igual a como es ahora, aprendiendo a caminar y explorando ejercicios físicos y el cómo crear una práctica entre salvaje y domada, entre las rejas de lo salvaje y las paredes de la domesticación moderna. Sin embargo, debo agregar que no me duelen los pies, ni la espalda y mi corazón es fuerte desde que me convertí en un nómade descalzo.

¿Qué te motivó a ir al bosque en primer lugar?

Me dolían los pies. Tenía dedos de martillo, fascitis plantar, pies deformes. Dolían tanto que apenas podía caminar y acostumbraba a usar mis caminatas y corridas para manejar el estrés de la vida moderna y para darle sentido a la historia moderna en la que vivía y el Hoh es un hogar para mí. Así que fui a casa a curar mis pies.

Al seguir mis pies me encontré saliendo del aislamiento del mundo moderno y entrando en la tierra. Tuve rápidos resultados. No solo se estaban curando mis pies, sino que mi espalda, mi cuello y todo el dolor de mi corazón desaparecieron. En nada de tiempo podía correr, dando pasos lejos de la vida sedentaria, estresada, sedada y segura del mundo moderno. Estaba introduciendo mi mente en el corazón del tema. Bailaba como el fuego, corría como el viento, me endurecía como la piedra y fluía como el agua. Todo por el simple acto de tocar mis plantas de los pies y permitir que la Tierra me enseñara. Es simple seguir a tus pies, pero no es para confiarse. La Tierra te comerá si no prestas atención.

¿Hay algo que extrañes de la civilización moderna?

No la extraño. No hay manera de alejarse de ella, así que desarrollé una práctica física para entrar y salir de ella. Salir de las paredes, máquinas, artículos electrónicos, redes sociales por un tiempo, arraigarse de vuelta en el fluir natural de la tierra y luego volver a la civilización.

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Al ir descalzo, ¿alguna vez te lastimaste los pies?

En una de mis largas búsquedas descalzas en las tierras altas de Olympics, la montaña me enseñó una lección. Eran los principios del invierno. Las nieves vinieron y casi perdí mis dedos. No tenía zapatos conmigo y era una caminata de 48 kilómetros. Así que corté mi chaqueta de piel de alce y me hice unas botas para proteger mis pies. Fue ahí que me di cuenta… Será mejor que cambie mi actitud y juramento sobre andar descalzo. Fue una enseñanza poderosa. Aprendí el significado y la sabiduría de uno de los dichos de mis mayores: “No confundir la hierba con la maleza.”

¿Cuán difíciles son los inviernos para ti, con recursos limitados?

No son tan difíciles. Es una aventura y nunca he tenido que lidiar con comida limitada. Solo sigo mis pies. No hay mucho que no coma. Soy omnívoro, capaz de comer una enorme variedad de comidas, lo que también implica que aprendí a ser carroñero y a permitir que el hambre me guíe a descubrir distintos tipos de comida. Por ejemplo, podría encontrarme con un alce asesinado por un puma. Cuando un puma mata un alce, todo el bosque se acerca a comer, así que yo hago lo mismo. Usualmente me encuentro con atropellos. Mucha gente le tiene miedo a ese tipo de comida, pero aún así comen charqui. Y qué es el charqui si no carne secada al sol. Así que lo que como durante la semana varía dependiendo del terreno en el que ando. Pero hay una comida altamente espiritual que trato de tener siempre en mis escondites y lugares de almacenamiento y son galletas con chips de chocolate. Mis abuelas me volvieron adicto.

¿Has tenido algún encuentro animal peligroso?

Iba caminando por la vía que se dirige a mi campamento, cuando un idiota que iba a al menos 120 kilómetros por hora mientras hablaba por celular casi atropella a un ciervo y después a mí. Los encuentros más peligrosos que he tenido tanto en el reino salvaje, como dentro de las paredes de la ciudad y las tierras sin rejas han sido con criaturas de dos pies.

¿Qué haces si te enfermas? ¿Alguna vez has tenido una emergencia?

El fuego es uno de los elementos del bosque con el que he aprendido a desarrollar una relación para usar en sanación. Otro elemento clave en la sanación es el agua. Después de todo, nosotros somos sacos de agua que caminan. Descubrí que en esos tiempos en los que había estado con gente de la ciudad, me contagiaría de un resfriado o gripe. En esos casos volvería al Hoh y tomaría el agua y me hundiría en el agua glacial. Mi abuelo lo llamaba “besar el pie del glaciar.” Hay una variedad de hongos, hierbas, etc. que se pueden usar para sanar y mantengo una relación cercana con aquellos en las comunidades de la Tierra que dominan el arte de sanar con hierbas y hongos, como mi amigo Doc Gare, quien aparece en la serie.

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¿Este estilo de vida te da una apreciación aumentada de la Madre Naturaleza?

“Apreciación” es una palabra demasiado débil para describir los que siento por la Tierra y las transiciones por las que he pasado y por las que aún paso. Demonios, recién estoy empezando. Una de las cosas que se me enseñaron en una de mis búsquedas en el reino salvaje fue liberarme de la polarización del mundo moderno. La gente siempre intenta ponerte una etiqueta. Al adquirir cierta distancia de los conforts, hábitos, estructuras físicas como zapatos, máquinas, paredes, artículos electrónicos, me concentro buscando lo que tiene sentido, lo que encaja. Y la integración de lo salvaje y lo domado tiene sentido. Así que aprendí a cazar y rastrear el camino medio. No es siempre fácil, encontrar el camino medio entre el mundo moderno y la Tierra. Pero es una aventura, y es entretenido.

¿Cuál es la mejor y la peor parte de este estilo de vida?

Donde sea que haya bueno, habrá malo. Así es el juego de la vida. Mi pasión en la vida es explorar, participar, desafiar y balancear lo que sea que venga en los tres terrenos en los que corro.

No me imagino que hayan muchas mujeres montañesas por ahí ¿Te sientes solo?

En mi viaje he formado muchas conexiones maravillosas con mujeres, he formado fuertes relaciones de hermanos con ellas. Puede que no siempre entienda de qué están hablando, pero si sus plantas de los pies están tocando la Tierra, soy más capaz de averiguarlo. Un par de años atrás mi camino me llevó a la Mujer Cedar. Compartimos visiones comunes de las Montañas Olympic y una contemplación profunda de las tierras y para que una visión se manifieste de la Tierra necesita una misión, y una misión la trae a una realidad física. Cedar, junto con los demás, crearon el Círculo de la Sabiduría de la Tierra de Olympic Mountain. Nuestras vidas están guiadas por las contemplaciones que vienen de vivir con una conexión profunda con la Tierra y Cedar tiene la sabiduría femenina del fuego de nuestro hogar, al que sigo volviendo, al que llamo campamento.

¿Por qué aceptaste hacer una serie de TV?

Tengo tres pasiones en mi vida: La primera es mi profesor, el río Hoh en las tierras de las Montañas Olympic. Quería mostrar lo que el Hoh me ha enseñado sobre entrenar y vivir. Mi segundo amor y pasión es mi comunidad, mi clan que se esparce por los tres terrenos. Y mi tercera pasión es un llamado y una visión que he estado siguiendo y al que he estado corriendo desde que puedo recordar, y ese es entrenar y compartir una práctica física en el Earth Gym.

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Puedo adivinar que no tienes una televisión. Pero ¿cómo te hace sentir ser famoso y que la gente vaya a buscarte, invadiendo tu privacidad y soledad?

La última vez que vi televisión era muy joven y me aburrió. He visto algunos clips de lo que han grabado. Me encanta el paisaje. Me encanta ver a mis hermanos. Pero no los voy a mirar, principalmente porque no puedo soportar verme a mí mismo en la tele o escuchar mi propia voz. Y no soy una leyenda. La tierra es una leyenda. La fama es una trampa usada por los modernos para atrapar y confinar el espíritu. La fama es una de esas cosas del mundo moderno que siempre viene con culpa y vergüenza. Huiré de ella, la esquivaré. Después de todo, soy un Dodge. Si alguien viene buscándome, voy a robarle sus zapatos, pasarles un palo y una cuerda y enseñarles las rocas y cómo entrenar en el Earth Gym.

¿Qué crees que pensará la gente sobre el show? ¿Pensarán que estás loco o que eres secretamente envidioso?

No tengo idea y no me importa. Vas a tener que preguntarles a ellos. Cuando empecé a andar descalzo, descubrí una hermosa manera de explorar nuestra historia cultural. Caminaría en la ciudad, entraría a una tienda descalzo. A algunos les gustaba y empezaban a reflexionar sobre los tiempos en que ellos andaban descalzos. Otros lo odiaban, se burlaban de él y se enojaban. Lo que me interesaba es que miraban mis pies. Quiero decir, todos nosotros somos animales de dos pies. Es lo que distingue a nuestra especie. No tengo el tiempo ni el deseo de averiguar lo que piensa la gente. Se dijo alguna vez que esta es “la tierra de los libres y el hogar de los valientes”. Se está convirtiendo en “la tierra de los libres y el hogar de los encerrados”. No sé lo que piensa la gente. Pero me gustaría que solo pensaran en no echar a perder la tierra en la que caminamos.

¿Qué más te gustaría que supiera tu audiencia?

Solo párense, salgan de su caja de zapatos y caminen por su hábitat, su área local. Quizás cuando lo hagan notarán algunas cosas simples. ¿Qué pasará cuando empiecen a seguir a sus pies? No tengo idea, nadie la tiene. Yo solo conozco mi propia historia. Pero también sé esto: todos somos cuenta cuentos, así que espero que la gente salga por el tiempo necesario para empezar a recordar, para desarrollar una práctica de recuperación y empiecen a restaurar su marcha con la tierra.

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