David Allen es un artista de 39 años que se ha propuesto un simple objetivo: utilizar su arte para crear cada día una obra que inspire a las personas, que las haga sonreír y que haga del mundo un mejor lugar, y de paso que él se contagie de la felicidad que genera en otros.
Es por eso que ha comenzado a instalas diversas creaciones en lugares públicos a la disposición de todos como un costado del camino, la playa, debajo de un puente o en cualquier lugar donde crea que puede haber alguien que necesita un poco de inspiración.
Y hasta el momento…está funcionando. Sus obras muchas veces hacen que las personas se desvíen de su camino para verlas y las reacciones que obtienen son muy positivas. Todo lo que Allen utiliza para sus instalaciones son rocas, hojas y ramas de árboles, entre otros materiales naturales.
“Estaría feliz de hacer esto hasta el día en que muera”, dijo Allen al Bangor Daily News. “Es muy satisfactorio para mí. Las personas me dicen: ‘Yo vi lo que hiciste y me inspiró a hacer algo así. No obtienes eso de la carpintería”.