¡Basta ya! Los orangutanes han sufrido de abusos durante siglos.
Absolutamente adorables y felices se ven sobre estas carretillas por el bosque. Un juego que todo niño disfrutaría sin lugar a dudas, pero que en este caso es sólo una careta para la triste realidad.
Se trata de 30 pequeños orangutanes huérfanos de una isla de Borneo, al sudeste de Asia. 30 pequeños que quedaron en situación de riesgo cuando sus padres fueron asesinados por los cazadores. Tan sólo unos bebés que hubiesen muerto solos, de hambre o comidos por un animal más grande, si es que no hubiesen sido salvados por las donaciones, según un artículo de la página web The Dodo.
Finalmente y por suerte, los rescataron de la selva y los llevaron al centro de rehabilitación de orangutanes del International Animal Rescue (IAR) en Indonesia. Un lugar dónde además de protegerlos, les enseñan todo lo necesario para que el día de mañana puedan vivir en total libertad. La escuela es la misma jungla, donde los pequeños juegan, trepan árboles, comen jugosas frutas y lo más entretenido, pasean en carretillas.
Esta última actividad, es más bien una necesidad, ya que al acoger a más de 80 de estos primates naranjos, se necesita un método para reunirlos y transportarlos. De otra forma, los baby sitter podrían acarrear a 2 o incluso 3 a duras penas, con lo que todo se hace más lento.
A pesar de que existen centros tan maravillosos de acogida, no hay que olvidar que esta especie se encuentra entre las que tienen mayor riesgo de extinción en el mundo, con menos de 50.000 especímenes en la actualidad. Peor aún, se estima que cada año mueren entre 1.500 y 5.000 orangutanes debido a la caza, el tráfico ilegal y la destrucción gradual de los bosques que sirven como sus hábitats, al convertirlos en plantaciones de aceite de palma.
Es necesario hacer un cambio ya. Denunciar el maltrato, la caza y la destrucción del hábitat de estos pequeños que no pueden defenderse de un arma tan peligrosa como el ser humano. Puede ser que aún quede tiempo.