“La experiencia fue tan traumática para ella, que dejó de comer carnes procesadas”.
Una mujer británica que se comió un bocado de un McNugget de pollo perdió el apetito después de ver lo que parecía ser un gusano entre medio del pollo. Nikki Sanders hizo este descubrimiento que le revolvió el estómago después de la compra de una Cajita Feliz para su hija de 4 años de edad, en un McDonalds en Tamworth, Inglaterra, el pasado domingo 18 de enero.
Su hija Emily, no tenía hambre, así que Nikki decidió comerse los pollos ella misma. “Acabo de probar un pedazo de pollo y sabía raro”, le dijo a una de las meseras de el local en Tamworth. “De repente vi una cosa viscosa de color rosa colgando y escupí el resto del pollo en el plato. No lo podía creer, me sentía enferma“.
“Yo soy muy exigente en lo que como y cuando vi lo que había en el McNugget me paralicé”, dijo Nikki. “Estoy agradecida que Emily no quisiera comerse su Cajita Feliz. Sin embargo, algo bueno salió de esta experiencia, dejé de comer carne procesada y estoy comiendo mucho más saludable ahora“. Neil, el marido de Nikki, estaba en el restaurante cuando ella probó ese asqueroso nugget de pollo.
“Se parece a un gusano, pero no puedo jurar que es uno hasta lleven a cabo las pruebas, sea lo que sea, no debería estar ahí“. Un empleado le ofreció comida gratis a la familia Sanders por el inconveniente y un corresponsal de McDonalds dijo que la compañía lo sentía por la mala experiencia que tuvieron en el restaurant y que la seguridad alimentaria era su “máxima prioridad”.
El corresponsal dijo al periódico Birmingham Mail que una investigación se ha puesto en marcha y que el nugget sería enviado a un especialista para su análisis.
Visto en: HuffPost