Por Romina Bevilacqua
8 noviembre, 2014

tumblr_inline_n8ga07E0Jy1qzgziy

A tres años del terrible terremoto y tsunami que sacudió el este de Japón, ciudades enteras se han reconstruido y el mundo ha llegado a preocuparse por la radiación atómica que afecta a los mariscos. Mientras tanto, el fisiólogo de plantas japonés Shigeharu Shimamura ha estado trabajando en un proyecto que podría resolver la crisis de hambre del mundo: la supervisión de una granja industrial gigantesca en Miyagi que puede producir 10.000 cabezas de lechuga todos los días.

Shimamura ha convertido una antigua fábrica de semiconductores, propiedad de Sony Corporation, en la granja de operación agrícola más grande del mundo. La instalación, que abrió sus puertas en julio de este año después de dos años de pruebas, tiene la mitad del tamaño de un campo de fútbol. Pero no es el tamaño de la finca lo que la diferencia, después de todo, hay un montón de granjas de operación agrícola industrial por todo el mundo que no son capaces de cultivar productos tan rápidamente. Lo que hace a la granja de Shimamura inusual es la tecnología que está usando: artefactos de iluminación LED especial.

Yo sabía cómo cultivar buenas verduras biológicamente, pero quería integrar ese conocimiento con el hardware para hacer que las cosas sucedieran“, dijo Shimamura. Gracias a estos dispositivos LED, Shimamura es capaz de controlar la cantidad de luz que las plantas reciben y maximizar la producción de los cultivos.

Queremos lograr la mejor combinación de la fotosíntesis durante el día y la respiración durante la noche mediante el control de la iluminación y el ambiente“, señaló Shimamura.

Shimamura no está produciendo a una velocidad increíble dejando de lado la calidad del producto. Él está maximizando la calidad de la lechuga al mismo tiempo que acelera el proceso de crecimiento –que hay que aclarar que es totalmente respetuoso con el medio ambiente–. En los últimos dos años de pruebas, se ha dado cuenta de la cantidad óptima de luz y oscuridad que se necesita para que la lechuga crezca mucho más rápido y que sea de alta calidad.

El japonés afirmó que en las granjas el 50% de la lechuga es desechada debido a problemas de calidad. En comparación, sólo el 10% de un cultivo de lechugas cultivadas con las luces LED tiene que ser desechado. Eso ha impulsado la productividad y permite que la granja no tenga que utilizar tanta agua. Además las luces LED utilizan 40% menos energía que las luces fluorescentes y esto significa también un ahorro enorme de energía.

Original

Te puede interesar

Test Carga S

4 abril, 2016