La encontraron débil en el suelo y la ayudaron. Ahora la urraca los visita a diario, juega con los niños e incluso los ayuda a lavar sus dientes.
Después de ser rescatada y cuidada por una familia en Newport Australia hasta que ya estuvo recuperada, esta urraca llamada Penguin se ha convertido en un visitante regular y amigo de la familia Bloom. Juega con los niños, se refugia en la casa cuando llueve y les da la bienvenida cada vez que llegan del trabajo o el colegio. “Es como un perro que mueve su cola. Se sienta ahí en el árbol y mueve sus alas como si estuviera feliz de vernos”, cuenta el padre de la familia.
Cada mañana antes de salir de casa, Penguin espera a que todos salgan de casa para emprender vuelo hacia quién sabe dónde. Desde que la recogieron del suelo en 2013, cerca de una librería y la cuidaron hasta que estuviera mejor, Penguin ha tenido la libertad de volar donde quiera, pero aún después de 2 años continúa regresando al hogar de la familia Bloom. Junto a los niños, Reuben (13), Noah (11) y Oli (9) juega a atrapar cosas, se pasea por la casa y se posa sobre los hombros de sus amigos.
“La pequeña urraca entró a nuestras vidas cuando cayó de un árbol a sus 3 semanas de edad”.
“Gradualmente la criamos y la ayudamos a mejorarse con una alimentación adecuada para una urraca y muchos mimos”.
“Ella ve televisión con nosotros y vuela hasta nuestras camas por la mañana y se posa junto a nosotros”.
“Nunca pensé que se transformaría en un integrante más de la familia, como lo ha hecho (Los niños) la aman como si fuera un perro y aún más”.
“Es libre de volar donde quiera. Muchas veces sólo nos acompaña por la mañana hasta que los niños se van a la escuela y luego se va a hacer sus cosas”.
“Si abres tus brazos y los mueves como si fuesen alas, ella hará lo mismo” .
“Pasa un tiempo dentro de casa levantando las migajas que dejan los niños y jugando con ellos”.
“Cuando los niños juegan balonmano con sus amigos…Penguin vuela de niño en niño y se involucra en el juego a su manera. Es muy divertido. Es caótico”.
“Si otras urracas están cerca ella vuela rápidamente hacia la casa para que las demás no la molesten ni la picoteen. Realmente la atacan”.
“Algunos meses atrás había otra bebé urraca, una local. Comenzó a jugar con ella y la invitó a nuestra casa”.
“Penguin y la otra pequeña estaban hablando y compartiendo juntas. Fue realmente increíble”.