Esta es la innovadora forma en la que una ciudad convierte sus desechos en energía

Aun para los residentes más preocupados por el medioambiente, no es fácil o posible, reciclar todo. Desde las ramas de árboles muertos a neumáticos reventados, la mayoría de la gente ha tenido que ocasionalmente utilizar el basurero. Pero en Covington, Tennessee, los materiales difíciles de reciclar están pasando por un lado del vertedero y se están convirtiendo en electricidad.

Pese a que la población de Covington es de sólo un poco más de 9.000 habitantes, sus desechos de biomasa –que incluyen la tala de árboles y los residuos de alcantarilla–, eran más que suficientes para  que David Gordon, el alcalde en ese minuto, empezara a preocuparse del área de almacenamiento. Además, la cantidad masiva de desechos requería de vehículos para transportarla, limitando de manera adicional el presupuesto de la ciudad.

Mientras buscaba ideas para solucionar este problema, Gordon descubrió que las 360 toneladas de desechos en biomasa mensuales de Covington podían ser reutilizadas gracias a un sistema de gasificación que convertía desechos en combustible, desarrollado por la PGH Energy en Nashville. Hace un poco más de un año, “Covington estaba tirando residuos de madera y residuos de alcantarilla a los tiraderos”, comentó el vicepresidente de ventas e ingeniería de PGH Energy Chris Koczaja. “Hoy están mezclando 80% a 90% de astillas con 10% a 20% de los residuos de alcantarilla y lo están gasificando para crear energía”.

¿Qué significa esto exactamente? Para convertir materia en energía, una planta toma trozos de madera y los residuos de alcantarilla como su “fuente de alimento”, alrededor de 12 toneladas de biomasa cada día. Luego, junto con el aire, se empuja hacia abajo en un aérea restringida. Aquí, alquitrán y gases no estables pasan a través de un hervidero para ser calcinados y se dividen en monóxido de carbono e hidrógeno, o un gas de combustión limpia llamado “gas pobre”, que luego se transforman en calor, y subsecuentemente, en electricidad. De acuerdo con PHG Energy, el proceso de conversión no emite contaminación.

La planta de US$ 2,5 millones de Covington, con ayuda de un préstamo hecho por el Departamento de Medioambiente y Conservación de Tennessee, comenzó a operar en septiembre de 2013. El combustible es utilizado para hacer funcionar la gasificación de la planta y compensa la factura de servicios públicos en las instalaciones de aguas servidas que opera en la ciudad, un gran ahorro proyectado en US$ 3,5 millones en los siguientes 20 años, sin contar el costo eliminado de transportar los desechos del vertedero. Y esto continúa. Los miles de dólares en ahorros son invertidos en mejorar los parques de la ciudad y otros gastos.

Basado en cálculos de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos, la reducción de la huella de carbono es equivalente a la emisión de 75 autos en un año, o un año de emisiones generadas por más de 33 casas. De acuerdo con PHG Energy, mientras que las plantas de gasificación no son nuevas (la ciencia ha estado presente desde los 1800s), lo que hace la planta de Covington única es su sistema de gasificación con corriente descendiente, a diferencia de una ascendente, que no produce energía de manera tan limpia.

“La corriente descendente es un método más directo de gasificación, y sin nuestro diseño, solo hay alrededor de cinco partes moviéndose en el sistema”, comentó Mike Webb, el director de desarrollo de negocios en PHG Energy. Las noticias de la tecnología de gasificación, que ha significado un ahorro para la ciudad y un gran cambio de PHG Energy, se están esparciendo. En febrero, funcionarios de Portland en Oregón, visitaron la planta de Covington en un esfuerzo para encontrar maneras más sustentables de reducir los desechos. “Covington es una prueba de que la gasificación está aquí y es real. Ya no es algo conceptual, con metas irrealistas y componentes irrealistas”, asevera Koczaja.

Además del diseño de descenso de la planta de Covington, PHG Energy tiene una planta en Greenwod en Mississippi, que es el gasificador con corriente en descenso más grande del mundo, tomando 64 toneladas de materia por día. El gasificador de Greenwod está experimentado con nuevos tipos de materias, incluyendo desechos agrícolas (reservas de maíz y algodón), neumáticos rotos, y desechos de los procesadores de comida.

De acuerdo con Webb, la planta de Covington está en conversaciones para instalar un gasificador más grande con la capacidad de acomodar cinco veces más la cantidad de materia que puede acomodar ahora. Hasta se ha ofrecido a aceptar desechos de industrias locales y de municipalidades vecinas. Otro proyecto está en desarrollo: PHG Energy está haciendo pruebas para gasificar de manera limpia bolitas de desecho municipal sólido, también conocido como la basura de los basureros de la ciudad.

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