Esta casa es toda una revolución en la industria inmobiliaria: Genera más energía de la que se utilizó para construirla, operarla y para cargar el auto aparcado en el garaje. Este es el último diseño creado por la constructora Noruega Snohetta para el estándar de edificios cero energía (ZEB, Zero Energy Building), probablemente en más complejo e interesante estándar de construcción en el mundo.
Esta casa fue construida con lo que probablemente sean los estándares de energía más estrictos del mundo (incluso más estrictos que el Desafío de la Construcción Viva). Eso se debe a que no sólo debe producir más energía de la que utilice, también debe devolver toda la energía utilizada en su construcción. Esto se hace evidente en los materiales que se usaron en la casa, que fueron aquellos con la menos huella de carbono posible, tomando en cuenta la vida útil estimada de la misma.
La casa ya está terminada y es la primera construcción realizada de esta manera, lo que significa que no utiliza ni espumas de plásticos ni concreto, dos materiales que son usados frecuentemente en estas construcciones ecológicas. En cada 0,1 m2 de aislante, el aislado de celulosa corresponde a 600 BTU (Unidades Termales Británicas), la lana mineral corresponde a 2.980 BTU y el poliestireno expandido corresponde a 18.000 BTU (Todo esto según Martin Holladay Consejero de Construcciones Ecológicas).
Este diseño tampoco deja de ser inteligente, ya que posee bastante tecnología que debe ser mantenida a lo largo de la vida útil de la casa y es posible que algunos de estos artilugios tengan que ser reemplazados en algún punto. Lo que se busca al crear este tipo de construcciones que no tienen un impacto negativo sobre el cambio climático, se define aquí en su forma más ambiciosa: Las construcciones que no producen emisiones deben generar una huella de carbono balanceada a lo largo de toda su vida útil, incluyendo la construcción, su vida útil y su demolición.
¿No sería genial si todos pensaran lo mismo a la hora de construir?
Visto en: Tree Hugger
