En el reinado de tres años de Tim Cook como CEO de Apple, la compañía ha aumentado en un poco más del triple su confianza en energías limpias, y Cook ha enganchado a Lisa Jackson, antigua líder de la EPA, para liderar las iniciativas verdes de Apple. Pero a principios de año, en la reunión anual de accionistas de Apple, el asunto se enserió.
Fue entonces cuando el Centro Nacional para Investigación de Políticas Públicas (NCPPR), un grupo de derecha de estudios y accionista de Apple, le dijo a Cook que desechara sus esfuerzos de sustentabilidad a menos que estos generaran ganancias para la compañía. He aquí la declaración del Consejero General de la NCPPR, Justin Danhof:
“Objetamos al control gubernamental en aumento sobre los productos y operaciones de la compañía, y asimismo los estándares ambientales obligatorios. Esto es algo en lo que [Apple] debería estar luchando en contra de forma activa, en vez de rendirse ante ello“.
Bien. Podrían pelear en contra de las regulaciones ambientales, ya que cuando no tengamos un planeta en el que vivir, al menos nuestros nietos marcianos tendrán unas baratijas brillantes. O como Cook respondió:
“Hacemos muchas cosas por otros motivos además de las ganancias. Queremos dejar el mundo de una mejor forma de la que lo encontramos“.
¡ASÍ ES! ¿Y qué pasaría con cualquiera que esté en desacuerdo? La respuesta de Cook fue gloriosamente simple:
“Dejen de ser accionistas“.
Nos parece que Cook merece un aplauso por esta intervención.