Nunca se sabe lo qué está escondido justo debajo de la superficie de tu propio jardín. La mayoría de las personas encuentra unas cuantas monedas viejas o una cadena de bicicleta oxidada. Pero dos hombres en Míchigan se ganaron la lotería al descubrir los restos de un gigantesco mamífero de la era de hielo.
El contratista Daniel LaPoint Jr. estaba trabajando en el jardín de Eric Witzke en Bellevue Míchigan cuando notó una costilla gigante que salía del suelo, según reportó el periódico Lansing State. En noviembre, ambos hombres trabajaron juntos por más de cuatro días para sacar 42 huesos de la tierra.
Al principio, pensaron que habían encontrado un dinosaurio. Pero resulta que lo que habían excavado era un mastodonte, un animal de 5 toneladas, primo de tamaño menor del mastodonte lanudo y pariente lejano del elefante moderno. Los dos planean guardar algunos de los huesos y donar el resto al Museo de Paleontología de la Universidad de Míchigan.
Un experto del museo ya ha examinado los huesos y cree que pueden ser los restos de una comida prehistórica de primeros pueblos americanos. Daniel Fisher, paleontólogo de la Universidad de Míchigan, comentó a MLive.com que “El examen preliminar indica que el animal puede haber sido faenado por humanos. El valor científico es realmente una nueva perspectiva, la nueva información que los especímenes como estos pueden entregar”.
Fisher le comentó a AP que los huesos corresponden a un mastodonte macho de 37 años de edad que vivió entre 10.000 y 14.000 años atrás. Eso justo corresponde a la época aproximada de los primeros pobladores humanos que se conocen en el área, los paleo indios que llegaron hace unos 12.000 años.
Aunque Fisher ya examinó los huesos, estos todavía no se encuentran en el museo. LaPoint y Witzke primero llevaron los huesos a una escuela primaria local para que los niños puedan verlos y tocarlos. “Una vez que estas cosas lleguen al museo y se monten, ya nadie va a tener la oportunidad de tocarlas otra vez. En ese momento se acaba, yo siempre era ese niño que quería tocar la cosa que estaba al otro lado del vidrio”, le dijo LaPoint al diario. Todos los niños tuvieron la oportunidad de tomarlos y sostenerlos. Para algunos niños, fue una experiencia que cambió sus vidas. “Creo que, permitir a un niño tocar los huesos y cambiar su vida, es una increíble oportunidad”, señaló LaPoint. En Míchigan, se han encontrado cientos de huesos de mastodontes e incluso algunas huellas. En 2002, el mastodonte gigante fue nombrado el fósil oficial del estado.
Visto en: HuffPost