El récord del viaje más largo del reino animal lo tiene esta ave para su migración

Cuando sepas la distancia que el charrán ártico recorre cada año, quedarás tan impresionado como yo.

Pesa sólo un poco más de 100 gr pero a lo largo de su vida recorrerá la distancia equivalente a 3 viajes de ida y vuelta a la luna. El charrán ártico (Sterna paradisaea), también conocido como gaviotín ártico o golondrina de mar, es reconocido mundialmente por ser el animal que realiza el viaje más largo del planeta, y lo más sorprendente es que lo repite año tras año. Esta ave migratoria viaja de polo a polo, desde Groenlandia hasta el Mar de Weddel a orillas de la Antártida, y en el trayecto recorre más de 70.000 km hasta llegar a sus sitios de anidación y reproducción. 

Jerome Whittingham 

Para poder calcular exactamente su recorrido, los investigadores utilizaron un dispositivo de poco más de 1 gr que acompañó a una de estas aves en su travesía a través del planeta y gracias a eso, también descubrieron algo inesperado. “Los resultados nos han sorprendido. Ya se sabía que migraba de un polo a otro pero la forma en la que lo hace es sorprendente. Es un viaje increíble para un ave tan pequeña“, comentó a El País Carsten Egevang, principal autor del estudio que publicó estos hallazgos en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Lo que impresionó a los científicos fue que esta ave en realidad no vuela en línea recta, sino que su viaje lo hace en forma de “S” y no elige la ruta más corta. Pero ¿qué significa esto? El charrán ártico se aprovecha de los sistemas de viento globales existentes para reducir los costes energéticos en su largo viaje hacia el sur –y luego de regreso–que incluye paradas en medio del Océano Atlántico Norte a 1.000 kilómetros al norte de las Azores, la costa noroeste de África donde el grupo de aves se separa en dos y mientras la mitad de ellos sigue viajando por las Islas de Cabo Verde y las costas africanas, la otra cruza el Océano Atlántico para seguir una ruta paralela bajando la costa este de Sudamérica.

Arto Hakola

Estos pequeños viajeros pueden alcanzar los 34 años de edad sumando miles de kilómetros recorridos  cada año.

*La imagen de portada pertenece a Claudius Tesch