¡Historias como estas nos demuestran que una persona puede hacer una gran diferencia!
Cada día en su camino al trabajo, Tommy Kleyn pasaba por la ribera de un río en su bicicleta. Era un lugar hermoso, pero muy contaminado. Botellas plásticas, latas de aluminio, papeles y todo tipo de basura se acumulaba en la orilla y luego las algas crecían alrededor de ella. Un día decidió que comenzaría a recoger la basura que alcanzara antes de llegar al trabajo. Pronto su desafío se convirtió en llenar una bolsa diaria de desechos.
“Tardé 30 minutos en llenar una bolsa de basura con desechos, pero una bolsa no hace mucho para un lugar tan contaminado como este. Así que decidí que llenaría una a diario cada vez que pasara por este lugar”, cuenta Kleyn.
Pronto su motivación comenzó a crecer y creó una página en Facebook contando sobre su hazaña.
Cada día subió una fotografía de la bolsa de basura que recogía y contaba un poco de su experiencia.
Los primeros en motivarse para seguir sus pasos fueron un par de amigos.
Luego de 6 días recogiendo basura ya se notaban los cambios en su entorno. El tramo entre las flechas ya estaba completamente limpio.
“La idea es motivar a las personas a llenar por su cuenta una bolsa de basura cada día. Sólo toma 30 minutos y realmente hace una diferencia y te asombrarás con lo bien que te sientes después”, escribió en su web.
La historia se volvió viral y más personas comenzaron a aplicar su idea. Sólo en el área donde Kleyn pasaba a diario, los residentes ayudaron a recoger más de una tonelada de desechos en un par de semanas.
Lo mejor vino después. Un día cuando la ribera ya estuvo limpia, Kleyn se dirigía al trabajo como de costumbre cuando notó una agradable compañía. Un ave había decidido armar su nido en la ribera ahora libre de desechos.
Gracias a él ahora todos podemos comprobar que los esfuerzos de una sola persona pueden inspirar grandes cambios.