Por Romina Bevilacqua
10 abril, 2015

Los países del mundo están violando leyes nacionales e internacionales al contaminar la atmósfera y calentar al planeta, según un grupo de expertos.

Independiente del trato que la ONU acuerde a fines de este año en París, “los gobiernos ya tienen la responsabilidad legal de tomar acciones”, argumentó un grupo de respetados abogadoal estrenar lo que llaman Los Acuerdos de Oslo sobre Obligaciones respecto al Cambio Climático Global. Según una columna de The Guardian escrita por dos expertos legales:

Lo que los acuerdos de Oslo ofrecen es una solución a la irritante posibilidad de que los gobiernos (especialmente aquellos de las naciones desarrolladas, responsables del 70% de las emisiones mundiales entre 1890 y 2007), en efecto digan: “Estamos todos de acuerdo en que hay que hacer algo, pero no podemos acordar quién tiene que hacer qué y cuánto. En ausencia de un acuerdo tal, no tenemos obligación de hacer nada”. Los Acuerdos de Oslo poseen un montón de argumentos legales para discutir y desarmar este segundo argumento. En resumen, el grupo de trabajo asevera que los gobiernos violan sus deberes legales si actúan de una manera que colectivamente se sabe que puede causar graves daños.

Los gobiernos replicarán diciendo que ellos no pueden saber sus obligaciones para reducir las emisiones en ausencia de un acuerdo internacional. La respuesta del grupo es que ellos pueden saberlo desde ya, y con suficiente detalle.

Los signatarios de los Acuerdos de Oslo incluyen expertos legales de todo el mundo. El proyecto fue popularizado por el profesor de la Universidad de Yale Thomas Pogge y el abogado general de la Corte Suprema de Holanda, Jaap Spier.

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Según el sitio Grist, los abogados apuntan a la idea de una responsabilidad común pero diferenciada, un concepto sugerido por primera vez por la ONU en 1992, en el Marco de la Convención por el Cambio Climático. Esta indica que a cada nación se le debe instar a reducir los gases de efecto invernadero, pero el nivel de reducción debe determinarse tomando en cuenta la responsabilidad histórica del país en causar el efecto invernadero (por ejemplo, tomar en cuenta cuánto ha contaminado el país, y por cuánto tiempo) y cómo afectará ello en la economía del país. Los países ricos que han contaminado por años, como Estados Unidos, y muchos países europeos, tienen mayor responsabilidad de reducir las emisiones. Para países en vías de desarrollo, como India, la responsabilidad es menor. Además de llamar a la mitigación, los expertos sugieren que los gobiernos tienen el deber legal de trabajar en la adaptación al cambio climático, y educar a sus ciudadanos sobre las amenazas que podrían enfrentar.

Desde Los Acuerdos de Oslo:

Ninguna ley por sí sola requiere que los estados y empresas cumplan con estos acuerdos. En realidad, una red de fuentes interconectadas otorga a los estados y a las empresas las obligaciones para responder de manera urgente y efectiva al cambio climático de manera que respete, proteja y cumpla con la dignidad básica y los derechos humanos de la gente del mundo y la seguridad e integridad de la biosfera. Estas fuentes son locales, nacionales, regionales e internacionales y derivan de distintos cánones sustanciales, incluidos, entre otros, la ley internacional de derechos humanos, ley medioambiental y ley de responsabilidad extra contractual.

Al parecer, se espera que los gobiernos en el mundo consideren estas responsabilidades legales mientras que se logra que la norma siga su curso. Los Acuerdos de Oslo tienen argumentos de peso que indican que nuestros líderes políticos deben comenzar a moverse desde ya.

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