Por Romina Bevilacqua
23 diciembre, 2014

Pueden ser microscópicos, pero algunos de los animales marinos más diminutos que existen en el mundo son también los mayores enemigos del cambio climático. Y están batallando una lucha que les es adversa.

Ya sea que tengan 11 pares de patas, aletas o escamas, los animales del océano juegan un rol crucial en la absorción y almacenamiento de carbono, según un reciente informe redactado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés). Animales como los peces, el krill y diferentes tipos de plancton (que juegan un rol importante al convertir la energía en oxígeno) actúan como bolsillos itinerantes de carbono. Consumen el carbono, los almacenan en sus cuerpos y lo mueven al nadar, al flotar o al ser comidos por otros animales. Al almacenar carbono de la atmósfera, pueden desacelerar el ritmo del cambio climático.

Aun cuando muchas de estas criaturas son diminutas, el carbón que succionan es bastante significativo. El plancton actúa como una “bomba biológica”, según lo que escribió la IUCN. Además, es el responsable de enviar 150 toneladas de carbono a las profundidades del océano cada año (equivalente al carbono capturado por un bosque lluvioso del tamaño del Reino Unido). El krill, por otra parte, consume 22.8 millones de toneladas de carbono.

Que la temperatura de los mares esté aumentando no implica solamente que el número de osos polares disminuya. También amenaza la vida del krill. Sus huevos son incubados solo cuando se encuentra dentro de un límite de temperaturas determinado. Un informe del año 2013 descubrió que más del 20% del hábitat antártico del krill está en riesgo de volverse demasiado templado para la sobrevivencia deeste pequeño organismo.

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Los intentos de controlar las emisiones de carbón se han enfocado, más que nada, en zonas terrestres y la costa marina, según lo informado por la IUCN. Las acciones de protección climática generalmente fracasan en proteger el océano abierto, según el experto en áreas protegidas de la IUCN, Dan Laffoley. “O nos descuidamos del océano y nos preguntamos por qué nuestras acciones no son eficaces, o administramos y restauramos el océano para mejorar la seguridad de alimentos y reducir el impacto del cambio climático”, dijo Laffoley en un comunicado de prensa.

La IUCN llamó a tomar acción internacional frente al tema en su informe mediante, por ejemplo, un presupuesto para el carbono oceánico en los mares más altos. “Al mismo tiempo que los gobiernos han convocado a charlas en Lima con la esperanza de lograr encarrilar un acuerdo que tenga que ver con la reducción del carbono a nivel mundial, podemos ver también en estos resultados que existe una necesidad urgente de tomar acción inmediata en el tema del carbono oceánico. Debemos asegurarnos que este tema se tome en cuenta en políticas climáticas”, dijo Carl Gustaf Lundin, director del Programa Global Marino y Polar de la IUCN.

La conservación oceánica no solamente incluye temas del cambio climático. En esta área, la organización marina Oceana ha compilado una guía de alimentos marinos sustentables.

Visto en: The Dodo