El cachorro que se arrancó la pata a mordiscos para librarse de una cadena se está recuperando

Rocky, un cachorro de pastor alemán que tiene menos de un año de edad, fue entregado a un refugio de California por sus dueños a principios de noviembre. Se veía muy mal, visiblemente estresado y sin uno de sus pies. Una vez que lo revisaron los veterinarios descubrieron que indudablemente el cachorro se había arrancado su propia pata a mordiscos para liberarse de una cadena y ahora está mostrando una recuperación tremenda.

Según la Agencia de Rescate de Pastores Alemanes de Orange, que eventualmente se hizo cargo del caso de Rocky, los dueños le contaron a los oficiales del refugio que no sabían lo que había ocurrido con el pie del perro. Sin embargo, una de sus hipótesis era que se la había “comido”. Los veterinarios que examinaron a Rocky señalaron que había sido encadenado y que la cadena se había “envuelto tan fuertemente a su pie que él literalmente se arrancó su propia pata para liberarse del dolor y el encarcelamiento”, según informaron en un post subido a la página de Facebook del grupo la semana pasada.

La radiografía que tomaron de sus patas al llegar al centro

Le sacamos el vendaje y lo que vimos era bastante horrendo. Me quedé perpleja”, dijo la veterinaria Maria Bromme al noticiero KABC-TV acerca de la lesión de Rocky. “Fue algo devastador para ver”. Tenía los músculos y el hueso expuestos y además la infección ya había comenzado a notarse.

Hace poco, Rocky tuvo una cirugía donde se le extrajo el pequeño pedazo de pata que le quedaba y ahora ha comenzado a recuperarse rápidamente. “La cirugía funcionó bien y ya está caminando como un profesional de las tres patas”, escribió la Agencia de Rescate de Pastores Alemanes en su Facebook el pasado viernes 14 de noviembre. Bromme le contó a KTLA-TV que Rocky “ya está jugando con una pelota” y “corriendo por ahí”. “Volvió a la vida. Creo que está de maravillas”, añadió.

Según el Registro del condado de Orange, es ilegal en California “atar, amarrar, encadenar o reprimir” a un perro por más de tres horas dentro de un periodo de 24 horas. Los encargados de control animal están actualmente investigando el caso de Rocky.

Original