Después de una terrible experiencia esta ternera logró caminar gracias a un par de lindas botas

Justo a tiempo para estrenarlas y salir a pasear en los cálidos días de primavera. 

Fawn tuvo la mala suerte de nacer dentro de un puesto de ordeña. Ahí y debido al pequeño espacio, su madre la tuvo que parir de pie, por lo que cayó al suelo y se hizo daño, tan pronto como vino al mundo. Las heridas en sus piernas no eran profundas ni graves, pero el hecho de que el lugar estuviese en terribles condiciones sanitarias, hizo que la pequeña desarrollara infecciones y posteriormente le fuese imposible utilizar sus patas delanteras. 

Una ternera que a futuro se convertiría en una carga para la lechería, por lo que fue enviada al Santuario Animal Woodstock Farm, que además trabaja en conjunto con los expertos del Hospital Veterinario Cornell.

El primer diagnóstico fue que no podría caminar jamás, pero esta pequeña en tan sólo días, logró robarse el corazón de los veterinarios y de todos los estudiantes en práctica, gracias a su simpatía y necesidades de cariño, por lo que se tomaron como algo personal el ayudarla. Y así, arreglaron los huesos dañados, los tendones cortos y tras mucha paciencia y terapia física, lograron hacerla caminar en 4 meses gracias a moldes de yeso y otros aparatos ortopédicos.

Con el pasar del tiempo y llegando al final de su crecimiento, Fawn ha adquirido unas botas ortopédicas permanentes, que le permiten bastante independencia para correr por el santuario, jugar y compartir con sus habitantes. Sin olvidar que va mejorando de a poco su paso, y además, gana fuerzas y elongación para sus músculos y tendones.

El encargado del refugio Dawnell Kilbourne comentó a la página web The Dodo que el cambio que ha tenido esta pequeña es asombroso e inesperado. “Pareciera que le gustan sus botas, y cada día es más veloz en ellas. Estamos ansiosos de que llegue la primavera para que conozca el pasto y su calidez”.

Un cambio de hogar que la separó de su madre, pero que se convirtió en todos sus posibles sueños hechos realidad. Ganó sus piernas, la libertad de moverse, y por supuesto, una maravillosa familia que la adora y que nunca la reemplazaría.