Por Romina Bevilacqua
11 marzo, 2015

Estudiaban a los pájaros entre los pastizales cuando escucharon el distintivo canto del Timalí de Jerdon, por primera vez desde 1941. 

Cuando el equipo de científicos liderado por la Wildlife Conservation Society (WCS) salió a terreno estudiar a las aves en Myanmar, probablemente nunca pensaron que se encontrarían con este pequeño cantor. Ahí en medio de los pastizales del país asiático y cerca de una estación abandonada de estudios agrícolas, los investigadores se llevaron una grata sorpresa cuando escucharon el canto de un pequeño Timalí de Jerdon (Chrysomma altirostre altirostre). Aparentemente el ave cantora le ganó a la extinción sin que nadie se enterara en los últimos 3/4 de siglo, ya que la especie se creía extinta desde 1941 –el año en que fue vista por última vez–.

Por suerte el equipo logró grabar su canto, y cuando lo reprodujeron el pequeño macho se acercó a ellos. Los próximos dos días tras el asombroso descubrimiento, los científicos se las arreglaron para tomar muestras de sangre de las aves –encontraron varios ejemplares más en el sector– y fotografías de alta calidad.

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Esta ave de color marrón y tamaño similar al de un gorrión, fue descrita por primera vez por el naturalista británico TC Jerdon en 1862 y el último avistamiento conocido de este cantor ocurrió cerca de la ciudad de Myitkyo en 1941, al sur de Birmania. En este último siglo los terrenos donde esta ave solía habitar se han transformado desde extensos pastizales en un paisaje dominado por humanos, sus asentamientos y granjas.

Después de este descubrimiento, Colin Poole, director del Centro Regional de Conservación de WCS en Singapur, señaló en un comunicado que “se requerirán nuevos trabajos para identificar los restantes focos de pastizales naturales y desarrollar sistemas para las comunidades locales para conservar y beneficiarse de ellos”. La clave ahora es encontrar cuánto habitat queda para el Timalí de Jerdon donde fue encontrado, dice Richard Thomas, un miembro del consejo del Club Oriental de Aves, quien describió el descubrimiento del ave en su revista BirdingASIA.

¡Sólo esperamos que en esta segunda oportunidad eviten que vuelva a estar al borde de la extinción!

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