Cuando el clima está templado, todos quieren pasar tiempo afuera, pero nadie quiere estar con mosquitos u otros bichos molestos. En un esfuerzo por impedir que los mosquitos se den un banquete con nuestra carne, muchas personas se cubren con varios aerosoles y lociones cargados con toxinas potencialmente peligrosas. Afortunadamente, no tienes que optar por estos baños químicos ya que hay alternativas naturales:
Plantas repelentes de insectos
Puedes lograr que tu jardín sea menos placentero para los insectos y mandarlos a volar lejos, al incorporar plantas disuasivas. Prueba la planta del Limoncillo o limonaria (frecuentemente llamada la planta del mosquito) en un macetero en tu jardín, o Caléndula y Melisa alrededor de tu jardín.
La Menta de Gato es otra buena planta para agregar a tu paisaje. Un estudio de la Universidad Estatal de Iowa indicó que la menta de gato era 10 veces más efectiva que el DEET como repelente de mosquitos.
Aplica repelentes naturales a tu piel
Los aceites esenciales pueden ser grandes repelentes naturales de mosquitos, ya sea en lociones o diluidos y aplicados en aerosoles. Estos aceites esenciales parecen ser efectivos alejando a los insectos:
-Limón eucalipto
-Eucalipto
-Rosa geranio (especialmente bueno para garrapatas)
-Menta piperita
Cambia tu dieta
Los mosquitos son atraídos por los olores que produce tu cuerpo. Los cuerpos tibios producen más olores atrayentes y expelen más dióxido de carbono. Según la NBC, ésta es la razón de por qué a los mosquitos les gustan las mujeres embarazadas o cualquier persona que esté afuera haciendo ejercicio.
La Clínica Mayo reporta que agregar vitamina B-1 podría cambiar tu aroma para hacerte menos apetitoso a los mosquitos. Comer más ajo también parece ser efectivo para detener bichos. Además –esto no te va a gustar mucho– puedes reconsiderar esa cerveza de verano, ya que los mosquitos se sienten más atraídos por las personas que se han tomado una lata de cerveza.
Mayoritariamente lo que debemos hacer es aprender a coexistir con los insectos en verano, aunque tomar algunos pasos en favor de disuadirlos de mordernos podría transformar la temporada de verano en algo más agradable, sin que te satures con químicos desconocidos.