Por Romina Bevilacqua
5 agosto, 2015

Sin electricidad, ni suministro de agua, Rob se las arregla para vivir perfectamente “fuera de la red”. Ahora te mostrará cómo. 

Rob Greenfield no es el típico joven de 26 años al que sueles conocer. De hecho, la primera vez que escuché acerca de él fue por una ambiciosa meta que se había propuesto: organizó una travesía por EE.UU en bicicleta, donde únicamente se alimentaría de la comida que encontrara en los basureros. Puede que suene bastante asqueroso y sucio, pero la verdad, es que te sorprenderías con todo el alimento que encontró y el excelente estado en el que estaba.

Luego, vino otro desafío: pasar un año sin ducharse, lo que no quiere decir que no se lavó, sino que simplemente utilizó las fuentes de agua naturales que tenía a su disposición y ahorró cientos de litros de agua. Pero por supuesto, para abrir aún más los ojos al mundo y evidenciar que realmente derrochamos muchos más recursos de los que requerimos para una vida completa, hacía falta algo más osado. Así que, convencido de que quería llevar una vida lo más ecológica y ambientalmente amigable que pudiese, se fue a vivir “fuera de la red”. Compró una pequeña casa por unos pocos dólares, armó su propio baño de compostaje, tiene paneles solares y hoy, cuando veas lo bien que vive, probablemente te sorprendas tanto como yo:

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httpv://youtu.be/zZpDjEOmRg8