El cuidado del medio ambiente es hoy una preocupación mundial. Pero hay cosas en las que muchas veces no nos detenemos a pensar por ejemplo ¿alguna vez habías pensado en cuánto contaminamos las mujeres sólo tomando en cuenta el período de nuestro ciclo menstrual? Los números son impresionantes y lo más probable es que muchas mujeres ni siquiera sepan cuántos desechos aportan al planeta en esos días.
Se estima que una mujer puede llegar a utilizar más de 13.000 toallas de plástico y tampones durante su vida fértil. Y no sólo hay que pensar en los productos en sí, sino también en los envoltorios plásticos y aplicadores que se usan por segundos y luego terminan en el mar o vertederos. Sólo en Chile hay alrededor de 4.000.000 mujeres en edad fértil (15 a 44 años), es decir, durante esta etapa desecharán 52.000.000.000 aproximadamente de toallas de plástico/tampones.
Paula Valenzuela, fundadora de Copita Mialuna, comenta que esto es muy grave ya que “Una toalla higiénica de plástico tarda aproximadamente 500 años en degradarse y el aplicador del tampón un poco más. Éstos contienen sustancias como látex, dioxinas, polvos absorbentes y otros químicos que dañan de gran manera el medio ambiente”.
Actualmente algunos de los residuos más contaminantes de nuestro planeta son tampones y toallas higiénicas de plástico, junto con los pañales de bebés sobe todo porque los tampones y el plástico de los aplicadores no es reciclable. Los aplicadores están creados para durar toda una vida, a pesar de que sólo se utilicen por 10 segundos. Es por eso que han surgido diversas alternativas ecológicas para combatir esta situación. Ya hemos hablado del “retorno de los pañales de tela“, pero también existen alternativas para reemplazar las toallitas higiénicas y tampones.
En México por ejemplo la marca ecolunas ofrece pantiprotectores y toallas confeccionadas con telas de algodón que se pueden lavar y reutilizar. Aunque también tienen un innovador sistema conocido como “copa menstrual“. Se trata de un envase de silicona (o silicón) médica que se utiliza para contener el flujo menstrual en vez de absorberlo. Se introduce en la primera parte de la vagina, donde permanece en su lugar por acción de los músculos vaginales.
En Chile la marca Copita Mialuna también ofrece estas copas menstruales, la primera en Latinoamérica. Su fundadora, Paula Valenzuela, explica que “Los productos utilizados para blanquear el algodón son unos de los peores contaminantes del mundo. Lamentablemente todo esto termina en nuestro mar, bosques y cerros”.
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Para hacerse una idea, si cada toalla después de usada pesa 5 gramos, producimos 65 kg de basura al año sólo en toallas higiénicas. En 40 años son 2.600 kg de basura. O sea que cada cien mujeres menstruantes producimos 6.500 kg de basura al año. En 40 años (aproximadamente la duración de la vida fértil) tiramos a la basura 260 toneladas de protección menstrual altamente contaminante y no degradable en nuestro medio ambiente.
Frente a esta dolorosa realidad es que Paula no pudo quedar indiferente. Así nació la idea de hacer en Chile la Copita Mialuna, una alternativa ecológica e hipoalergénica, reutilizable y que no libera residuos de pesticidas ni blanqueadores en el cuerpo. Más de 16.000 chilenas ya la usan.
¿Cuánto cuestan estas alternativas?
Otro punto no menor es la cantidad de dinero que las mujeres gastan en estos ítems femeninos mensualmente. Una mujer utiliza aproximadamente 4-5 toallas higiénicas plásticas normales diarias si se tiene un flujo abundante, es decir un total de 25 toallas higiénicas aproximadamente durante un mes, o bien 3 toallas normales y 1 toalla nocturna, sumando 15 toallas normales y 5 toallas nocturnas al mes. Cada toalla higiénica vale aproximadamente 0,1 dólar y las toallas nocturnas 0,16 dólares c/u. En un mes gastamos entonces entre 2,6 y 3 dólares. Si a eso le sumamos los gastos de tampones y protectores diarios son aproximadamente 8,6 dólares más al mes. En un año el gasto puede llegar a ser entre 40 y 42 dólares, teniendo en cuenta sólo si se utilizan las marcas más económicas (*los precios están calculados según los valores de referencia en Chile).
Esto contrasta fuertemente con los precios de productos alternativos y ecológicos como Mialuna ya que su valor se encuentra alrededor de los 30 dólares y sólo se necesita comprar una vez (tiene una vida útil de aproximadamente 10 años) y luego se reutiliza. En el caso de la copa de ecolunas, su valor es de 28 dólares y en las toallas de tela 10 dólares aproximadamente.
¿Cómo afecta nuestro cuerpo el tener contacto con estas toallitas/tampones?
Tanto las toallas higiénicas de plástico como los tampones liberan residuos de pesticidas y blanqueadores en tu cuerpo. La creadora de la Copita Mialuna explica que “El 65% de lo que un tampón absorbe corresponde a flujo menstrual, el resto es humedad natural que tu cuerpo necesita y hay un porcentaje de mujeres que corre el riesgo de sufrir SST (síndrome de shock tóxico), causado por una toxina producida por ciertos tipos de las bacterias estafilococos”.
En el caso de las toallas higiénicas, el hecho de que el flujo esté en contacto con el cuerpo hace que se produzcan malos olores, humedad, infecciones, hongos, bacterias y alergias. Se estima que más del 50% de las mujeres en mundo sufrirá al menos una infección urinaria en su vida y la mayor parte de las veces son causadas por bacterias, y muchas mujeres son víctimas de infecciones, alergias o alguna irritación durante su período al utilizar toallas higiénicas plásticas.
Aún estamos a tiempo de tomar conciencia y optar por productos ecológicos, cómodos, más baratos y que no producen alergia. Está en nuestras manos el cuidado del medio ambiente y de las futuras generaciones.